El gobierno francés anunció este martes que suspenderá durante seis meses la suba del impuesto a los carburantes y congelará los precios de la luz y el gas durante el invierno, como respuesta para calmar las protestas de los "chalecos amarillos", el movimiento popular nacido en las redes sociales que expresa su oposición ante los incrementos.
"Ningún impuesto merece poner en peligro la unidad de la Nación", manifestó el primer ministro Edouard Philippe en referencia a las violentas protestas que se registraron el último fin de semana.
El alza del impuesto a los carburantes, que debía entrar en vigor el 1 de enero, fue el detonante de las protestas de los llamados "chalecos amarillos", un movimiento atípico sin líder ni estructura.
El alza del impuesto a los carburantes no se aplicará "antes de ser discutida por todas las partes implicadas", precisó Philippe, quien anunció una concertación a nivel nacional entre el 15 de diciembre y el 1 de marzo, la cual movilizará a organizaciones sindicales y patronales, autoridades locales y diputados.
"Hay que estar sordos" para "no escuchar la cólera" de los franceses, concluyó el primer ministro francés durante un discurso retransmitido por televisión.
Reclamo de los "chalecos amarillos". El movimiento amplió sus reivindicaciones y reclama ahora una mejora del poder adquisitivo; una reducción general de los impuestos y un incremento de las pensiones, entre otros.
Saldo de las protestas. Como consecuencia de las manifestaciones, se registraron más de 100 personas heridas, 400 detenidas y cuatro fallecidos. El último caso fue el de una mujer de 80 años que falleció en Marsella, al ser herida por una bomba de gas lacrimógeno lanzada durante una protesta de los "chalecos amarillos".
F.D.S./FeL