Trabajadores que retiraban armarios y heladeras de un antiguo supermercado en Estados Unidos se toparon con una macabra escena: un cuerpo detrás de uno de los refrigeradores. Se trata de un exempleado del lugar que había desaparecido en 2009.
Se trata de Larry Ely Murillo-Moncada, quien trabajaba en el No Frills Supermarket en Council Bluffs, Iowa, y se lo reportó como desaparecido el 28 de noviembre de 2009. En ese momento tenía 25 años, según consignó la CNN. Si bien el descubrimiento ocurrió en enero de 2019, ahora, tras una investigación para identificar los restos corroboraron su identidad.
La Policía local fue alertada del hallazgo el jueves 18 de julio luego de recibir una llamada desde el local que funcionó como tienda comercial hasta 2016, y luego fue cerrada. Los agentes encargados del caso comenzaron a investigar en las listas de denuncias de personas desaparecidas, y usaron el ADN de los padres del joven para confirmar la identidad. Ademas, la ropa coincidía con la descripción de su vestimenta en el momento en que fue visto por última vez. Así lo aseguró el capitán de la Policía local, Todd Weddum.
Los padres del joven fallecido detallaron que su hijo desapareció después de una discusión que mantuvo con ellos, lo que hizo que se fuera de la casa. Asimismo, le revelaron a los agentes a cargo de la investigación que, al momento del hecho, actuaba de manera irracional y que probablemente eso se deba a una serie de medicamentos que tomaba en ese entonces.
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Es por este testimonio que se cree que Murillo-Moncada huyó de su hogar, fue al supermercado donde trabajaba, se subió a las heladeras y se ubicó en un espacio que se usaba como almacenamiento de mercancías, y donde a su vez, empleados a veces iban a esconderse cuando querían tomar un descanso sin que los vieran sus supervisores.
Ante esta hipótesis se estima que el hombre cayó en la brecha de 45 centímetros entre la parte trasera de la heladera y una pared, quedó atrapado allí y esto se convirtió en una trampa mortal. El ruido de los compresores de los refrigeradores puede haber ocultado cualquier intento que haya hecho para pedir ayuda.
La autopsia determinó que no se encontraron signos de trauma, por lo que el deceso fue considerado como una muerte accidental.
F.D.S./F.F.