INTERNACIONAL
Xenofobia y crisis humanitaria

"Basta de invasión": crece en Chile el clima de violencia contra miles de migrantes venezolanos

Al norte del país trasandino ingresan de manera ilegal muchos venezolanos que llegan huyendo del chavismo. La población local se ha polarizado, algunos ayudan a los migrantes, mientras muchos reaccionan con furia y les queman sus pocas pertenencias. Video.

marcha contra inmigrantes chile 29092021
Marcha anti inmigrantes en Chile. | AFP

En las últimos días se intensificó el clima xenofóbico en Chile, especialmente contra los miles de migrantes venezolanos ilegales ingresados por la zona norte del país, y también hacia los haitianos. Y este sábado, el diario La Tercera informó de once detenidos y una persona herida en otra violenta manifestación contra los extranjeros en el centro de Santiago de Chile. También en la localidad de Iquique, a 1750 kilómetros de la capital, se producían graves incidentes, con una turba que al grito de "basta de migrantes", que atacaba a los recién llegados, en medio de una espiral de violencia todavía sin techo.

Los migrantes venezolanos llegan desde Bolivia de manera ilegal, y luego sin documentos y sin posibilidad de trabajar han empezado a general en el norte chileno una crisis humanitaria que el gobierno de Sebastián Piñera todavía no ha enfrentado de manera cabal, permitiendo que la explosiva situación gane en conflictividad.

Las imágenes en redes sociales mostraron parte de esas manifestaciones de odio racional y xenofobia, destacadas por los medios como sin antecedentes en Chile, incluso con la quema de algunas de las pocas pertenencias de los migrantes, llegados por supuesto en medio de situaciones de pobreza extrema, huyendo del calvario chavista que ha sumido a Venezuela en un infierno en el que las estadísticas muestran a más del 90 por ciento de la población 

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Como contrapartida, había "contramarchas" que se pronunciaban a favor de aceptar a los migrantes y ayudarlos, lo que convertía la situación en más polarizada todavía.

En Iquique, las movilizaciones van en aumento, con los vecinos que se quejan "estamos cansados de tantos inmigrantes, toda este gente vive tirada en las calles, nos piden dinero, hacen sus necesidades en plena vía publica, ocupan las playas, las plazas, los parques, y nos complican gravemente la vida", dicen los vecinos enardecidos, que se han manifestado contra los recién llegados quemándoles colchones, ropas y bienes personales. La situación se convierte así en todavía más grave, porque los migrantes quedan abandonados a su suerte sin absolutamente nada.

Los migrantes venezolanos en Chile protagonizan un volcán humanitario, incluso con la quema de sus pocas pertenencias.
La crisis humanitaria en el norte de Chile no parece tener vías de solución.

Si bien se destaca que "no existen registran antecedentes de este tipo de violencia racista en la historia de Chile", las voces autorizadas señalan que en los últimos años han llegado al país vecino más de un millón de migrantes. "La culpa es del gobierno chileno, que no ha enfrentado el problema en Iquique, han mantenido una política de ingreso restrictiva, que ha terminado siendo peor, ya que los inmigrantes entran en forma ilegal y como no tienen documentación no pueden trabajar, entonces deben tratar de sobrevivir de manera informal, sin poder sumarse a una rutina de trabajo normal".

"Esto no es una inmigración, es una invasión", gritaba una de las vecinas de Iquique en la televisión, "ya no podemos vivir, no se puede salir de noche, hay inseguridad, te roban, no podemos salir a la calle, la frontera ya no existe y entran miles de personas todo el tiempo", aseveraba.

Como contrapartida, había "contramarchas" que se pronunciaban a favor de aceptar a los migrantes y ayudarlos, lo que convertía la situación en más polarizada todavía.

En la convocatoria de este sábado marchaban miles de personas, portando banderas chilenas y carteles con mensajes nacionalistas y violentos. También demandaban al gobierno a que tomara algún tipo de medida para frenar el avance migratorio.

Marcha anti-extranjeros en Chile: los estremecedores relatos de venezolanos

El sacerdote jesuita chileno Felipe Berríos, aseguró al El País que “la inmigración no va a parar. Porque Chile, por mucho que lo critiquemos, es el país más rico y con mejores perspectivas de la región”. También subrayó que estos inmigrantes llegan por accesos no habilitados, que el Gobierno no le entrega los papeles necesarios y quedan “en el limbo”, lo que explica que solo subsistan en asentamientos con condiciones muy deplorables.

 Mientras los venezolanos en Chile, manifestaban de manera desesperada que "llegamos porque no tenemos nada, ni qué comer, y encima nos atacan, nos acusan de todo".

Las autoridades chilenas denuncian que la entrada de extranjeros al país, especialmente venezolanos desde el Norte, generó una crisis social y migratoria, especialistas del tema y ONGs alertan sobre la "crisis "humanitaria y el aumento de la xenofobia, por lo que le piden al Gobierno que abandone sus políticas restrictivas y ayude a los recién llegados.

La idea de una crisis migratoria comenzó a circular en la prensa y el debate público chileno a fin de julio cuando las autoridades locales de la comuna (barrio) de Colchane, en la región de Tarapacá, cerca de la frontera con Bolivia, denunciaron que la zona estaba colapsada por la entrada de más de 200 personas a diario que acampaban en lugares públicos, lo que causó la incomodidad y el rechazo de los vecinos.

Chile, un país con una población de cerca de 20 millones, tiene más de 1,4 millones extranjeros residentes, según datos del Departamento de Migración y Extranjería. En reiteradas entrevistas, Javier García, alcalde de Colchane, sostuvo que enfrenta una crisis generalizada por la excesiva llegada de migrantes y acusó al "Plan Colchane" del Gobierno de Sebastián Piñera de "fracaso".De todos modos, hay sectores más tolerantes a la llegada de ciudadanos sudamericanos. “La gran mayoría de Chile no comparte la violencia xenofóbica y racista del grupo que quemó las pertenencias de los migrantes”, advirtió Carlos Figueroa, director de incidencia y estudios del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), en diálogo con BBC.

Por lo pronto, Chile tiene una población de cerca de 20 millones y más 1,4 millones son extranjeros residentes, según datos del Departamento de Migración y Extranjería.

 

RB/HB