Desde el Vaticano
En un escenario de polarización política extrema en Venezuela, el papa Francisco recibirá mañana en el Vaticano al presidente Nicolás Maduro. Será la primera cumbre entre ambos, en plena tensión por el estado de salud de Leopoldo López y Daniel Ceballos. El ambiente que impera en la Santa Sede es de incomodidad y molestia. Según averiguó PERFIL, el número dos del papa Francisco, el cardenal Pietro Parolin, “está furioso” con los obispos venezolanos, que apoyaron abiertamente a la oposición y a los detenidos.
El malestar apuntaría contra el arzobispo de Coro, Roberto Lückert, quien tras una reunión con Jorge Bergoglio declaró que el Pontífice no viajará a Venezuela mientras haya “presos políticos”. “Mira qué diferencia de estilo que hay entre los mediadores del Papa en La Habana y los mediadores en Venezuela. ¿Escuchaste o leíste alguna vez algo de la Iglesia Católica de Cuba sobre la misión de mediación allá?”, confiaron fuentes del círculo íntimo del secretario de Estado de la Santa Sede.
Desde Caracas, familiares de los detenidos pidieron ayuda a Francisco. “Le ruego al Papa que hable con el presidente. Que le pida a Dios que le toque el corazón a Maduro, que le pida misericordia para el pueblo venezolano. Es un hombre bueno, lo admiro mucho y sé que va a hablar sobre los presos políticos”, dijo a este diario Patricia, esposa del ex alcalde de San Cristobal Daniel Ceballos.
La única vez que Francisco se expresó públicamente sobre la situación en Venezuela fue en abril de 2014, en una carta enviada a Aldo Giordano, nuncio en ese país, en la que se manifestó a favor de la paz y el diálogo. “La Santa Sede está siempre a disposición para iniciar verdaderos diálogos entre las distintas partes involucradas. En este caso, tenemos que considerar que Parolin conoce muy bien la situación de Venezuela. Si hay una posibilidad –aunque sea mínima– de ayudar a que haya diálogo, la Santa Sede lo va a intentar”, opinó Andrea Tornielli, vaticanista del diario italiano La Stampa.
Francisco visitará Argentina en 2016
El papa Francisco anunció ayer que viajará a la Argentina, Chile y Uruguay en 2016, durante una audiencia privada en el Vaticano con la presidenta Michelle Bachelet. La charla se prolongó por 47 minutos, incluyó un diálogo sobre el aborto y abordó detalles sobre la visita del Sumo Pontífice al Cono Sur.
Sin embargo, la mandataria trasandina descartó que exista una fecha precisa para esa gira, porque debe ser coordinada con los gobiernos de la Argentina y Uruguay. La jefe de Estado fue recibida con afecto por Francisco en la sala del Trono entre sonrisas y un cálido estrechón de manos. “Feliz de encontrarla”, le dijo el Papa. “Encantada de estar acá”, le respondió Bachelet.
La mandataria dijo que el encuentro fue “maravilloso” y explicó que dialogaron sobre la pobreza, la familia, “la defensa de la vida” y las desigualdades sociales.
Respecto al viaje de Bergoglio a América Latina en 2016, Bachelet sostuvo que discutió los detalles con el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin y con monseñor Paul Gallaher, secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede.
