La primera dama de Siria, Asma al-Assad, anunció este domingo que superó el cáncer de mama que le fue diagnosticado hace cerca de un año. La esposa del dictador Bashar al Assad, expresó además durante una entrevista a la cadena de televisión estatal su "orgullo" por haber recibido tratamiento en su país. La primera dama, sentada vestida de blanco con adornos de flores en un verdoso jardín, dijo que sufrir cáncer fue “una prueba” para ella y su familia en tanto el resto del país se desangra por una sangrienta guerra civil que ya lleva 8 años.
"Mi viaje ha terminado, con todo su dolor y agotamiento, inconvenientes e incluso cosas positivas", confirmó en la entrevista. "Gracias a Dios, he superado el cáncer completamente", dijo un año después de que, en plena guerra civil, la presidencia anunciara queAsma padecía cáncer de mama y que había empezado el tratamiento. Desde entonces, las cuentas de la presidencia la muestran a menudo con un pañuelo en la cabeza, visitando a niños enfermos de cáncer, heridos en la guerra o huérfanos.
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Asma al Assad pasó a un segundo plano desde el inicio de la guerra en Siria, en marzo de 2011, a pesar de que en los años previos fue una de las figuras más reconocibles del régimen a nivel tanto nacional como internacional. En la entrevista, Asma Al Asad, madre de dos niños y una niña, mencionó que el tratamiento la dejaba "físicamente agotada", pero destacó el apoyo recibido por parte de sus padres, su esposo y de sus hijos. Precisó que Bashar Al Asad, su "compañero de vida" estuvo "a su lado durante esta dura prueba".
En otros años llamada "Rosa del desierto" por la revista estadounidense Vogue, antes del inicio de la guerra en 2011, Asma Al Asad fue duramente criticada por mantenerse en silencio frente a la sangrienta represión de las manifestaciones prodemocracia en Siria. El conflicto en el país, en el que se implicaron países extranjeros y grupos yihadistas, ya causó más 370.000 muertos y obligó a desplazarse a millones de personas.
Mientras la primera dama celebra su recuperación, la jefa de Derechos Humanos de la ONU en un comunicado, Michele Bachelet, anunció que al menos 103 civiles, incluidos 26 niños, murieron por los ataques aéreos que efectuaron en las últimas semanas el Gobierno de Bashar al Assad y sus aliados sobre colegios, hospitales o mercados en Siria. Estos bombardeos se enmarcan en la ofensiva que Al Assad y sus socios, entre los que destaca Rusia con su Fuerza Aérea, iniciaron el pasado mes de abril sobre la provincia de Idlib, el último bastión de la oposición siria. Desde entonces, murieron al menos 450 civiles.
D.S.