Al menos 21 personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, tras la explosión de un colectivo en el sudoeste de la ciudad de Jerusalén, cerca de la carretera que comunica la capital israelí con Hebrón.
Aunque en un principio la policía israelí calificó el incidente como un atentado, aún no se descarta que el estallido fuera producido por un desperfecto técnico, dado que al momento de la explosión el colectivo circulaba vacío.
"De la verificación de los peritos de la policía se desprende que estalló un artefacto en la parte posterior del autobús", comunica el parte de las fuerzas de seguridad, que no menciona la palabra "atentado".
Otro bus y un automóvil fueron alcanzados por el incendio posterior a la explosión, informaron las autoridades israelíes a la agencia AFP.
Horas antes, el jefe de la policìa de Jerusalèn, Nir Barkat, había declarado que "definitivamente se trató de una bomba".
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también adjudicó el siniestro a un acto terrorista: "Daremos con quien ha preparado este artefacto. Daremos con quienes lo han enviado y con cualquiera que esté detrás de él. Cerraremos cuentas con estos terroristas". declaró el premier al portal israelí Arutz Sheva.
Todos los heridos son personas que se encontraban cerca del vehículo que quedó completamente calcinado tras el incidente.
