Mientras continúa el debate sobre la llegada de refugiados a Europa, el relato de una familia iraquí puso de manifiesto las peripecias de los migrantes y apuntó contra el padre de Aylan Kurdi por su supuesta responsabilidad en el naufragio en la costa turca de Bodrum en el que murieron doce personas.
Zainab Abbas y Ahmed Hadi Jawad viajaban desde Bagdad a Grecia junto a sus tres hijos y compartieron con Abdullah Kurdi el viaje de la tragedia. Además de los hermanos Aylan y Galip Kurdi, otras diez personas murieron ahogadas en el Mar Mediterráneo. Entre ellos están dos de los tres hijos de Abbas y Jawad: Haider, de 9 años, y su hermana Zainab, de 11. Sólo sobrevivieron sus padres y la tercera hija de la pareja, Rawan, de 8.
La familia viajó de Bagdad a la ciudad costera turca de Bodrum, donde le pagaron a un hombre de origen sirio por el traslado de las cinco personas a Grecia. Cuando llegaron, descubrieron que el barco que les habían prometido era, en verdad, un gomón con motor.
De acuerdo con el relato de Abbas, el hombre al que le pagaron algo más de 9 mil dólares por el traslado de su familia desde Bodrum a la Isla de Kos les prometió que el viaje sería seguro porque el mismo conductor del bote llevaba consigo a su esposa y sus dos hijos.
El matrimonio aseveró a diversos medios de habla anglosajona que el padre de Aylan Kurdi era quien maniobraba la embarcación a lo largo de la travesía que los llevaría de Turquía a la isla griega de Kos y lo acusan de conducir la lancha demasiado rápido, en medio de un mar encrespado, pese a que los pasajeros carecían de chalecos salvavidas.
Las acusaciones contra Kurdi siguen: aseguran que, luego del naufragio, se acercó a la familia y les preguntó si “habían perdido a alguien”, mientras les pedía que no lo denunciaran a la Policía turca. “Ya perdí a mi esposa y mis hijos, por favor, no le digan a la Policía”, habría implorado el hombre, según contó Zainab Abbas a los periodistas apostados en el aeropuerto de Bagdad, ciudad a la que volvió junto a su esposo para enterrar a los niños.
Su historia. Jawad, de 46 años, trabajaba como taxista en Bagdad y vendió su auto para emigrar junto a su familia. “Quería un mejor futuro para mis hijos”, explicó el hombre a la cadena NBC News. “La seguridad en Irak no es estable. Pensé en viajar a algún país europeo para tratar de encontrar un mejor trabajo y una mejor vida para mi familia”, resumió el hombre.
La mujer lloró ante los medios por la muerte de sus hijos. “Mi esposo pudo sostenernos a nuestra hija más pequeña y a mí”, contó. “Mis otros dos hijos quedaron atrapados en la lancha cuando se dio vuelta. Sentí la mano de mi hija cuando trató de tomar mi mano, luego mi pierna”, detalló.
“¿Cuál fue su pecado para morir de este modo?”, inquirió. “Todo lo que queríamos era asegurarles una vida mejor”, lamentó Abbas, que intenta ahora dejar Irak para irse con su esposo y su hija menor a Australia, que ya anunció que recibiría a 12 mil refugiados.
“Cuando perdí a mis hijos, perdí mi vida... ¿Cómo puede mentirle así a los medios?”, cuestionó, por su parte, Abbas.
Respuesta. Por su parte, Abdullah Kurdi reconoció al Wall Street Journal que la familia Hadi viajó con él en la embarcación pero rechazó su versión de la travesía. Según explicó, el “capitán” del barco era un conductor turco, que habría saltado de la lancha en medio de un ataque de pánico, y había chalecos salvavidas, aunque no llegaron a utilizarlos. “Perdí a mi familia, perdí mi vida, perdí todo... Déjenles decir lo que quieran”, lamentó.