Cuarenta y dos cañonazos y las bocinas de buques y veleros del puerto rompieron el silencio nocturno del pequeño principado de Mónaco este miércoles para anunciar el nacimiento de los hijos gemelos del príncipe Alberto II.
La princesa consorte, Charlene Wittstock, trajo al mundo a un niño y una niña encargados de perpetuar la Dinastía Grimaldi y asegurar así a Mónaco su supervivencia. Porque en caso de quedarse sin herederos directos, el país pasaría a pertenecer a Francia.
La niña nació a las 17.04, hora de Mónaco, y recibió los nombres de Gabriella Thérese Marie, además de un título: Condesa de Carlàdes. El varón nació dos minutos más tarde: se llama Jacques Hónoré Rainier y ya tiene un título real: Marqués de Baux. Algún día será príncipe de Mónaco, con el nombre de Jacques II, por ser el primer varón descendiente de Alberto y Charlene.
Según indicó la Corte en un comunicado, los recién nacidos están en perfecto estado de salud. El texto fue reproducido por la cuenta oficial de Twitter @palaismonaco. Mientras tanto, sonaban las campanas de las iglesias del principado y en la fortaleza Antoine, ubicada ante la bahía del puerto monegasco, tronaban 21 cañonazos por cada bebé.
"La población de Mónaco está invitada a engalanar sus casas según el mismo dispositivo que se utiliza durante la fiesta nacional, desde el día del nacimiento hasta el de la presentación de los niños por parte de la pareja principesca en la plaza del Palacio", señalaron voceros el principado días atrás.
"Los monegascos, los residentes y los asalariados del Principado, así como todas las personas que lo deseen, podrán asistir a la presentación de los gemelos (…) con el fin de rendirles homenaje", indicó el Palacio. El jueves fue declarado día festivo y los flamantes padres invitaron a sus súbditos a remplazar los regalos por donaciones a distintas organizaciones de beneficencia.
Alberto II, príncipe de Mónaco desde 2005, contrajo matrimonio en 2011 con la nadadora olímpica sudafricana Charlele Wittstock, cuando los monegascos habían perdido las esperanzas de que el "soltero de oro" sentara cabeza.
Ante el largo historial de matrimonios desgraciados en su familia -se habla de una "maldición" sobre la dinastía Grimaldi-, Alberto II se tomó su tiempo para elegir esposa, pero dio rienda suelta a su soltería: tuvo dos hijos con dos amantes, un niño llamado Alexandre Costa, hijo de una congoleña, y una niña llamada Jazmine, hija de una cajera de supermercado estadounidense.
Los príncipes Jacques y Gabriella, nietos de Rainiero III (1923-2005) y de la legendaria actriz Grace Kelly, son el último eslabón de una dinastía muy particular: los Grimaldi tomaron el poder de la Roca en 1297, disfrazados de religiosos, y se convirtieron en los Señores de un territorio que fue cediendo tierras a Francia a lo largo de los siglos, a cambio de protección. La familia fue siempre muy rica pero muy desdichada: se dice que una bruja violada por Rainiero I, en el siglo XII, lanzó sobre la familia una maldición según la cual ningún matrimonio sería feliz. Para algunos, la historia oficial lo comprueba.
(*) Especial para Perfil.com