Tres días después de que se firmara el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, Francia puso en duda este martes 2 de julio si ratificará el tratado comercial que se alcanzó tras 20 años de negociaciones, y argumentó que "por ahora no está preparada" para hacerlo.
"Vamos a mirarlo con detalle, y en función de estos detalles se va a decidir", declaró Sibeth Ndiaye, la vocera del gobierno francés, en una entrevista con la cadena de noticias BFM luego de que la noticia fuera recibida con frialdad en el país, sobre todo entre agricultores y ecologistas.
"No puedo decirles que vamos hoy a ratificar el Mercosur (...) Francia no está por ahora preparada para ratificarlo", aseveró Ndiaye, y añadió que París pedirá "garantías" a los países del bloque sudamericano (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), pero no especificó cuáles.
Francia fue uno de los países más reacios a este acuerdo, por temor a que su sector agrícola se vea afectado por la llegada masiva de productos sudamericanos, sobre todo azúcar y carne bovina. Es que con el acuerdo, Mercosur podrá exportar a la UE unas 99.000 toneladas de carne de ternera con un tipo preferencial de 7,5%, lo que debilitará la posición de los ganaderos europeos. Allí el sector es muy dependiente de los subsidios europeos y considera que no lograrán competir con las "fábricas de carne" latinoamericanas.
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A eso se le suman las diferencias en "las prácticas" de ambos continentes, que no les favorece. En ese punto señalan que mientras en la UE cada vez hay más normas medioambientales, en América aún se usan antibióticos como hormonas del crecimiento y soja modificada genéticamente.
Por su parte, el ministro francés de Transición Ecológica, François de Rugy, señaló que la ratificación del acuerdo con el Mercosur estará condicionado a la aplicación por parte de Brasil de sus compromisos medioambientales, sobre todo en cuanto a la lucha contra la deforestación. "La nueva Comisión Europea y sobre todo la nueva mayoría en el Parlamento Europea tendrá que desmenuzar este acuerdo antes de ratificarlo", apuntó.
El presidente francés, Emmanuel Macron, celebró el sábado la conclusión del tratado y consideró "que va en buena dirección", pero advirtió también que estaría "muy atento" en cuanto a su aplicación, para lo que señaló su intención de "poner en marcha una evaluación independiente" del pacto.
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Para tranquilizar a los agricultores franceses, que denuncian “un acuerdo inaceptable” desde el gobierno francés recordaron que habrá una "cláusula de salvaguardia" que "permita decidir el cese de las importaciones en sectores frágiles si se produce una clara desestabilización de estos sectores". El comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, prometió además una "ayuda financiera" de hasta 1.000 millones de euros "en caso de perturbación del mercado".
El documento acordado el viernes entre la Comisión Europea y los países del Mercosur deberá convertirse en un texto jurídico, lo que llevará varios meses antes de ser sometido a la aprobación de los Estados miembros en el marco del Consejo de la UE, la institución de los representa.
A partir de ese momento la UE lo podrá firmar de manera oficial, a la espera de la votación en el Parlamento Europeo, y cada estado miembro tendrá que aprobar el texto, lo que significa que pasará en la mayoría de los casos por los parlamentos nacionales en los que habrá que debatirlo.
A.G./FeL
