En este contexto, el sacerdote destaca la advertencia de que esasbendiciones "no deben confundirse con el matrimonio litúrgico".
En la actualidad, el cardenal desempeña el cargo de presidente de la Conferencia Episcopal Africana, una entidad que reúne a todos los obispos del continente. Además, es miembro de un selecto grupo de nueve cardenales de todo el mundo que integran el órgano asesor del Papa argentino.
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A través de una carta, instó a todos los episcopados del continente a emitir sus opiniones sobre el documento antes de la segunda quincena de enero próximo. El propósito es lograr posteriormente una posición unificada como bloque.
"La ambigüedad de esa declaración, que se presta a numerosas interpretaciones y manipulaciones, suscita mucha perplejidad entre los fieles y creo que, en tanto pastores de la Iglesia en África, tenemos que expresarnos claramente sobre esta cuestión para darle una orientación clara a nuestros cristianos", escribió el cardenal Ambongo, quien es también miembro del consejo de cardenales de todo el mundo que asesora al Papa.
En su carta dirigida a sus colegas de otros episcopados africanos, Ambongo hizo referencia incluso al documento de síntesis aprobado al término del reciente sínodo. Este documento destaca el "papel determinante de las Conferencias Episcopales" y de la importancia de "evitar el riesgo de uniformidad y de centralismo en el gobierno de la Iglesia".
Los comunicados previamente divulgados por aproximadamente una docena de Conferencias Episcopales africanas expresan una opinión similar. Sostienen que se produjo un cambio doctrinal. En el trasfondo de esta rebelión está la cuestión del reconocimiento de la homosexualidad, un tema sumamente controvertido en África.
A medida que crece ess controversia en la Iglesia debido al documento papal que autoriza bendiciones pastorales a parejas homosexuales, los episcopados católicos aceleran sus declaraciones para formular “una única declaración sinodal, válida para toda la Iglesia”.
Por su parte, el cardenal Víctor Manuel “Tucho” Fernández, señaló que la bendición de parejas homosexuales o en situación irregular "no será litúrgica ni ritualizada" y que no supondrán "su justificación".
El argentino Fernández reiteró que "se trata de bendiciones sin forma litúrgica que no aprueban la situación en que se encuentran esas personas".
