Israel desveló el martes fragmentos de un pergamino bíblico de 2.000 años descubierto en el desierto de Judea, en el sur del país de Medio Oriente, y calificó el hallazgo como uno de los más importantes desde los Manuscritos del Mar Muerto.
"Por primera vez en unos 60 años, las excavaciones arqueológicas han descubierto fragmentos de un pergamino bíblico", dijo la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI) en un comunicado.
Los fragmentos, escritos en griego, han permitido, según los investigadores, reconstruir pasajes de los libros de Zacarías y Nahum, que forman parte del libro de los doce profetas menores de la Biblia.
El hallazgo fue realizado en una cueva de un acantilado, dentro de la reserva natural de Nahal Hever. Para la operación, la AAI proporcionó a los arqueólogos drones y equipo de montaña.
Fragmentos anteriores fueron descubiertos por beduinos en las décadas de 1950 y 1960 en esta "cueva de los horrores", llamada así por los numerosos esqueletos encontrados en ella, dijo Oren Ableman, de la Autoridad.
En estas nuevas piezas, "encontramos un cambio textual completamente inesperado, que todavía no explicamos del todo", detalló Ableman. En un pasaje "en lugar de la palabra 'portales' que se encuentra en las otras versiones, parace el término 'calles'".
Dicho nuevo descubrimiento "podría profundizar sobre la historia de la traducción griega de la Biblia", según Yosef Garfinkel, director del instituto arqueológico de la universidad hebrea de Jerusalén.
Los arqueólogos israelíes creen que las cuevas sirvieron de refugio para los judíos en el momento de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén por los romanos, en el año 70, y durante la revuelta de Bar Kokhba unos 65 años después.
Según Avi Cohen, director del ministerio de Jerusalén y Patrimonio, que financió la excavación, el pergamino atestigua la historia judía de la zona y el "vínculo inseparable entre las actividades culturales judías y nuestro lugar en esta tierra".
Se desenterraron también objetos que remontan a la revuelta judía de Bar Kokhba contra los romanos (132-136 d.C.), así como un esqueleto de niño momificado de 6.000 años de antigüedad y una cesta de 10.500 años, probablemente la más antigua del mundo.
JFG