Al menos 62 personas murieron este domingo 26 de febrero luego de que una precaria embarcación que trasladaba inmigrantes impactara contra unas rocas frente a la costa de la playa de Calabria, al sur de Italia. La nave era de origen turco, media unos veinte metros y estaba hecha de madera.
En el barco, que había partido hace cinco días, según precisó la organización humanitaria Médicos sin Fronteras, viajaban unas 177 personas, incluyendo muchos niños y bebés, provenientes de Irán, Irak, Afganistán y Siria. De estos, hasta el momento, sobrevivieron 81 y todavía se desconoce cuántos otros más han muerto.
En caso de que la cifra de pasajeros a bordo sea exacta, y contando los 62 fallecidos junto a los 81 sobrevivientes, son 34 las personas que continúan desaparecidas, aunque se han presentado varias dudas en torno a la cantidad precisa de personas que viajaban en el barco al momento del accidente.
"Cuando estábamos a 500 metros de la playa, los traficantes que gobernaban la nave vieron unas luces y creyeron que era la Policía. Decidieron huir pero necesitaban velocidad con menos peso y tiraron por la borda a más de veinte personas", relató al respecto una de las sobrevivientes del naufragio.
A su vez, la mujer señaló que fue en aquel momento donde la nave se descontroló y terminó chocando contras unas rocas para terminar varado a 150 metros de la costa. Cabe mencionar que como consecuencia el barco se rompió y comenzó a hundirse: "Allí no se salvó nadie", lamentó.
"Yo estaba abrazada a mi marido y en un instante nos encontramos en el mar. A mi marido no lo volví a ver", relató otra joven sobreviviente de la tragedia y cuyo marido fue encontrado muerto en la playa. La misma relató sobre aquel momento que "la barca se rompió por la mitad pasando por un escollo".
Por otro lado, una pareja reveló que por el viaje cada uno pagó 2.500 euros por adelantado y otros 2.500 al embarcar, lo que da un total de diez mil euros. En este sentido, las autoridades italianas ya detuvieron a dos presuntos traficantes de personas que intentaban huir del lugar del desastre.
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