INTERNACIONAL
Desacuerdos en el Vaticano

La decisión del papa Francisco que "le rompió el corazón" a Benedicto XVI

Se trata de la limitación del uso de la misa en latín, según reveló el secretario privado del papa emérito, Georg Gänswein. Esta decisión del Sumo Pontífice anuló los cambios realizados por Joseph Ratzinger años atrás.

El papa Francisco con Benedicto XVI 20221228
El papa Francisco con Benedicto XVI | AFP

A pocas horas de realizarse el funeral solemne de Benedicto XVI, quien fuera su secretario privado, el arzobispo alemán Georg Gänswein, reveló que al papa emérito no le gustó para nada una de las decisiones tomadas por el papa Francisco, la de limitar al máximo el uso de la misa en latín.

"Lo golpeó muy duramente, pienso que rompió el corazón del papa Benedicto", señaló Gänswein en diálogo con el diario católico alemán Die Tagespost, en referencia al motu proprio "Traditionis Custodis", con el objetivo de "promover la concordia y la unidad de la Iglesia", decisión tomada el 16 de julio de 2021.

A partir de aquel momento, el papa Francisco anuló el motu proprio "Summorum Pontificum", a través del cual su predecesor, Joseph Ratzinger, había rehabilitado la misa en latín, rito seguido por San Pío V luego del Concilio de Trento.

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Papa Francisco con Benedicto XVI 20221228
Georg Gänswein junto al papa Benedicto XVI y el papa Francisco.

En este sentido, el papa Benedicto XVI afirmó que era posible de "forma extraordinaria" celebrar la misa tridentina en latín, sin solicitarle permiso al obispo. De esta manera, buscó reconciliarse con los sectores tradicionalistas y acercarse a los ultraortodoxos seguidores del fallecido obispo francés, Marcel Lefebvre, quien rompió con Roma por el mismo motivo.

Sin embargo, 13 años después, llegó el papa Francisco y decidió dar marcha atrás con la decisión de su predecesor. Así, después de hacer una consulta "capilar" con obispos de todo el mundo, estableció mediante "Traditionis Custodis" que hay una única forma de "lex orandi" del rito romano y decretó que quien quiera celebrar la misa en latín deberá contar con la autorización del obispo del lugar.

A su vez, en base a la decisión del Sumo Pontífice, el obispo también deberá controlar que los grupos que toman este antiguo rito "no excluyan la validez de la legitimidad de la reforma litúrgica, de los dictados del Vaticano II y del Magisterio de los Sumos Pontífices" e indicar donde puede celebrarse dicha misa, ya que no puede ser realizada en una iglesia parroquial.

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"La intención de Benedicto había sido la de ayudar a quienes simplemente habían encontrado una casa en la misa antigua a encontrar una paz interior, encontrar una paz litúrgica y también, de alejarlos de Lefebvre", explicó el secretario privado de Benedicto XVI sobre la decisión anulada del papa emérito.

Asimismo, cuestionó: "Si se piensa por cuántos siglos la misa antigua ha sido fuente de vida espiritual y alimento para tantos santos, es imposible imaginar que ya no tenga más nada para ofrecer. Y no nos olvidemos de todos esos jóvenes que nacieron después del Concilio Vaticano II y que no saben nada de los dramas que lo rodearon. Quitar este tesoro a la gente ¿por qué?".

"No creo que pueda decir que me siento cómodo con esto", concluyó.

 

AS/ff