La reina Isabel II de Gran Bretaña incluyó algunas reflexiones personales en su tradicional mensaje de Navidad, ofreciendo los deseos habituales de paz y diciendo que esperaba haber alcanzado algo de sabiduría a sus 92 años. “Algunas culturas creen que una larga vida trae sabiduría”, dijo la monarca en un mensaje transmitido el martes.
“Me gustaría pensar que sí", dijo la soberana. "Tal vez parte de esa sabiduría sea reconocer algunas de las paradojas desconcertantes de la vida, como la forma en que los seres humanos tienen una gran propensión al bien y, sin embargo, capacidad para el mal”. "A través de los muchos cambios que he visto a lo largo de los años, la fe, la familia y la amistad no solo han sido una constante para mí, sino también una fuente de consuelo y tranquilidad personal", dijo la reina.
#NavidadReal | La reina Isabel II de Inglaterra dijo hoy que las bodas y los nacimientos en su familia durante 2018 "ayudan a mantener a una abuela ocupada", durante su tradicional discurso navideño. Vea el discurso completo aquí: https://t.co/MS9oFpO92G pic.twitter.com/ZSZ4w0GO8j
— Monarquías.com (@monarquiascom) December 25, 2018Esto no les gusta a los autoritariosEl ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.Hoy más que nunca Suscribite
La soberana dijo que 2018 fue un año muy ocupado para su familia: dos bodas, dos bebés y otro para el próximo año. “Ayuda mantener a la abuela bien ocupada”, dijo. "Fue un año muy ocupado para mi familia, con dos matrimonios y dos bebés y otro por venir", dijo la reina refiriéndose a las bodas de sus nietos, el príncipe Harry -en mayo- y la princesa Eugenia -en octubre- y los nacimientos del príncipe Luis y de Lena Tindall, hija de su nieta.
Si bien el centro de su discurso de este año siguió siendo la "paz y buena voluntad para todos", en esta ocasión el mensaje se produjo en plena polémica y división en Reino Unido por su complicada salida de la Unión Europea. La monarca no hizo alusión abierta a la retirada de la UE tras 45 años de pertenencia, prevista para el 29 de marzo de 2019, pero sí afirmó que "pese a la existencia de profundas diferencias, tratar a los demás con respeto (...) es siempre el primer paso indispensable hacia una mejor comprensión".
El mensaje navideño fue grabado hace días en el palacio de Buckingham y se transmitió por la cadena Sky News a muchos de los 53 países de la mancomunidad británica después de que la reina y la familia real asistieran a un servicio religioso en Norfolk, donde la casa de Windsor pasa la Navidad desde el año 1863. Una multitud de espectadores aplaudió al ver a la reina y otros miembros de la realeza entrando en una iglesia con motivo de la Navidad.
La duquesa difícil
La fiesta de Navidad unió a las duquesas de Cambridge y Sussex después de varias semanas en las que la prensa británica difundió rumores sobre su enemistad. En el corto recorrido entre la residencia y la iglesia de St. Mary Magdalene se pudo ver al príncipe Carlos con sus hijos y nueras, Catalina y Meghan, que charlaron animadamente en una muestra de unidad ante rumores de una pelea en la que, según los medios, incluso la reina Isabel II tuvo que intervenir.
Meghan Markle, a la que al principio se le atribuyó haber llevado un soplo de aire fresco a la monarquía británica, la exactriz estadounidense es ahora criticada por una serie de dimisiones en el personal de la casa real y la prensa la apoda “la duquesa difícil”.
Según algunos medios, las renuncias se debieron a la dificultad de trabajar con una mujer muy exigente, que envía mensajes electrónicos a sus empleados al alba. Y aún peor, que habría hecho llorar a su cuñada Kate, encarnación de las buenas maneras inglesas.
El "huracán Meghan" pone nerviosa a la familia real británica en Navidad
Los admiradores de la estadounidense afirman que el revuelo se debe a la modernidad de la duquesa de Sussex, chivo expiatorio de una familia real inepta para gestionar ciertos problemas. "Meghan se convirtió en una especie de pararrayos para todo tipo de controversias, desde los problemas de cuestión racial -si se puede decir así- de la familia real a la obsesión de los medios de oponer a las mujeres pretendiendo que ella y Kate se muerden la yugular", escribía la periodista de The Guardian Hadley Freeman.
También la analista real Victoria Arbiter afirmó que los rumores sobre los caprichos de Meghan están "desprovistos de todo fundamento". Incluso el padre de Meghan, el polémico Thomas Markle, defendió a su hija, asegurando que "siempre fue muy controladora, pero nunca grosera (...) siempre ha sido educada".
"Incluso ante las diferencias más profundas, tratarse con respeto y como ser humano, es siempre el primer paso hacia un mayor entendimiento", resaltaría la reina en su discurso, que se transmite por televisión desde 1957 y por Internet desde 2007. La tradición de felicitar a sus súbditos por Navidad la inició su abuelo, el rey Jorge V, quien pronunció su primer mensaje navideño el 25 de diciembre de 1932, desde el palacio de Sandringham, por la Radio BBC.
Enrique y Meghan -que esperan a su primer hijo para dentro de cuatro meses- caminaron tomados de brazos al lado de Guillermo y Catalina, duques de Cambridge. El esposo de la reina, el príncipe Felipe -quien tiene 97 años y está prácticamente retirado de la vida pública- no fue a la iglesia al igual que la esposa de Carlos, Camila, que está engripada. Los hijitos de Guillermo y Catalina -Jorge, Carlota y Luis, también se quedaron en casa.
#Efemerides | El abuelo de la reina Isabel II, Jorge V de Inglaterra, fue el precursor de los mensajes navideños, por entonces dirigidos a todo el Imperio británico. El primer discurso fue transmitido por la radio BBC el 25 de diciembre de 1932 a las 3 d… https://t.co/066TD6BzeE pic.twitter.com/5egiPVkaiv
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Según reveló el diario "Daily Mail", la reina ordenó a Kate y Meghan que organizaran una demostración de unidad en Navidad, mientras que el suegro, el príncipe Carlos, les habría dejado claro que cualquier gesto de separación entre las dos debía mantenerse fuera del ojo público si quería evitar salir en las noticias. Los duquesas parecieron tomar los consejos al pie de la letra, ya que se los vio hablando, riendo y bromeando frente a decenas de fotógrafos.
Una fuente dijo al diario "The Sun": “La reina y Carlos permitieron que la situación se desarrolle sin interferir abiertamente, pero ambos dejaron en claro que la Navidad era para que toda la familia realmente se uniera”. "Eso significaba que las dos parejas caminarían juntas en la iglesia como los ‘Cuatro Fabulosos’, como lo hicieron el año pasado. Sí, fue incómodo dado lo que sucedió en los últimos 12 meses. Pero no valía la pena pensar en una alternativa de más negatividad en Navidad", agregó.