El Gobierno de Israel anunció que bombardeó el cuartel general de inteligencia de Hezbolá en Líbano, al mismo tiempo que su ejército combate de forma terrestre contra milicianos del movimiento islamista en el sur de ese país, con el apoyo de ataques aéreos. Además, desde Beirut acusaron a los israelíes de utilizar fósforo blanco, una sustancia tóxica estrictamente regulada por leyes internacionales.
Luego de una serie de bombardeos intensos contra Hezolá, que dejó más de mil muertos en el país, según informaron las autoridades libanesas, el ejército israelí inició incursiones terrestres por el sur, donde se encuentra uno de los bastiones de la organización proiraní.
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En ese marco, las Fuerzas de Defensa israelíes atacaron este jueves el cuartel general de inteligencia del movimiento, en las afueras de la capital libanesa. Por su parte, Líbano afirmó que por primera vez desde hace un año, respondió a disparos israelíes tras la muerte de dos de sus soldados.
La noticia se conoce a casi un año del inicio de la guerra en la Franja de Gaza, que comenzó luego del ataque del grupo palestino Hamás el 7 de octubre de 2023 en suelo israelí. La Administración de Benjamin Netanyahu dijo semanas atrás que el "centro del conflicto" se corrió hacia el norte, en la frontera con Líbano.
Israel ha señalado que busca debilitar a Hezbolá, que en apoyo a su aliado Hamás se sumó al conflicto, para permitir el retorno de decenas de miles de personas que tuvieron que desplazarse por la violencia desatada en las regiones fronterizas.
El temor a una escalada del conflicto en Oriente Medio se intensificó después de que el martes Irán lanzó casi 200 misiles contra Israel, que fueron contenidos por su sistema de defensa aéreo, y el primer ministro israelí prometió que la República Islámica pagará por su "gran error".
El uso de fósforo blanco
Tras el ataque a Beirut, los residentes reportaron un olor similar al del azufre y la Agencia Nacional de Noticias estatal libanesa acusó a Israel de utilizar bombas de fósforo blanco. Se trata de una sustancia perjudicial para los ojos y los pulmones, que puede provocar quemaduras graves y que en el pasado grupos de derechos humanos advirtieron a Israel por su uso.
En la frontera entre Líbano e Israel, los cascos azules españoles llevan más de diez meses bajo el fuego cruzado del ejército del estado judío y de Hezbolá, según reportó AFP. La agencia de noticias también dio cuenta de que hay algunos comercios y tienes que siguen abiertos a lo largo de las rutas, cerca de la cual se ven campos quemados, por bombardeos israelíes con fósforo, acorde a lo informado por autoridades libanesas.
Desde Tel Aviv, negaron las acusaciones por el uso de este químico, cuyas municiones son altamente inflamables y extremadamente tóxicas.
El ataque de Irán
Irán aseguró este martes que atacó a Israel con misiles como represalia por el asesinato del jefe de Hezbolá, Hasán Nasralá, en un bombardeo israelí cerca de Beirut, y por la muerte del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, fallecido en un ataque con explosivos en Teherán, que se atributó al ejército israelí.
Cuato días después de incursionar de forma terrestre en el sur de Líbano, Israel ordenó la evacuación de 25 localidades del sur. Las tropas bombardearon un centro de atención de emergencia gestionado por Hezbolá en pleno centro de Beirut, matando al menos a siete personas, según reportó el grupo islamista.
Israel anunció este jueves que mató a 15 combatientes de Hezbolá en un bombardeo nocturno contra un "edificio de la alcaldía de Bint Jbeil" donde afirmó que se habían almacenado "grandes cantidades de armas" usadas por los milicianos.
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Según cifras oficiales libanesas, más de 1.928 personas han muerto en Líbano desde octubre de 2023, entre ellas más de mil desde las explosiones de equipos de transmisión de Hezbolá el 17 y 18 de septiembre, atribuidas a Israel, y el comienzo de los bombardeos masivos el 23 de septiembre contra el sur y el este del país y los suburbios del sur de Beirut.
También aseguraron que más de 40 rescatistas y bomberos murieron en tres días en los bombardeos israelíes. El gobierno de Líbano estima que alrededor de 1,2 millones de personas se han visto desplazadas por estos ataques.
FP / Gi