Sudáfrica experimenta por estos días una caída abrupta e inesperada en el número de contagios por coronavirus. La situación representa un caso excepcional en el mundo y los expertos no logran encontrar una explicación. Mientras que los equipos de médicos locales ensayan protocolos, se preparan salas enteras en los centros de salud y las operaciones no urgentes ya fueron reprogramadas, hasta ahora los hospitales de este país permanecen en calma y no tienen indicios de un aumento en los ingresos por infecciones respiratorias.
En Sudáfrica pasaron cinco semanas desde el primer caso confirmado de covid-19. Hasta el 28 de marzo, el gráfico diario del número de nuevas infecciones mantuvo una curva ascendente, similar a lo que ocurría en muchos países. Pero ese día, la curva repentinamente cayó: de 243 casos nuevos en un día bajó a 17. Desde entonces, el promedio diario es de alrededor de 50 casos. Sin embargo, los expertos en salud advierten de que es demasiado pronto para ver esto como un avance significativo.
"Es un poco extraño, misterioso. Nadie está seguro de qué está pasando", cuenta el doctor Evan Shoul, especialista en enfermedades infecciosas en Johannesburgo. Tom Boyles, otro médico que se encarga de infecciones en el Hospital Helen Joseph, uno de los centros de salud públicos más grandes de Johannesburgo, aseguró también que están "un poco perplejos". En este sentido, afirmó: "Lo hemos estado llamando la calma antes de la tormenta durante aproximadamente tres semanas. Estábamos preparando todo. Y simplemente no ha llegado. Es extraño".
En este marco, el presidente Cyril Ramaphosa sugirió que las dos semanas de confinamiento son las responsables y extendió las restricciones a nivel nacional. A finales de la semana pasada, el mandatario afirmó que era "demasiado pronto para hacer un análisis definitivo", pero consideró que el aumento diario de infecciones se redujo del 42% a "alrededor del 4%" desde que se introdujo la cuarentena. "Cuantas más personas se hagan las pruebas, más revelaremos si es una anormalidad o si es real", advirtió Precious Matotso, un funcionario de salud pública que está monitoreando la pandemia en Sudáfrica en nombre de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según consignó la BBC, una teoría es que los sudafricanos podrían tener una protección adicional contra el virus. Algunos piensan que podría deberse a una variedad de factores médicos, como la vacuna contra la tuberculosis, obligatoria en todos los ciudadanos al nacer, hasta el impacto potencial de tratamientos antirretrovirales o el posible papel de enzimas en diferentes grupos de población. Pero estas suposiciones no han sido comprobadas. "Estas ideas han estado ahí por un tiempo. Me sorprendería si fuera resultado de una vacuna... Eso son teorías. Probablemente no sean ciertas", expresó Boyles.