El clérigo británico Andrew Wagstaff (69) murió tras pasar una noche de sexo y drogas con un sacerdote belga (60). Poco después se conocieron más detalles de la trágica fiesta de la que participaron ambos la noche del jueves 26 de septiembre, hecho que ocurrió durante la visita del Papa Francisco en Bélgica.
Según detalló el portal Daily Mail, ambos hombres pasaron la noche juntos en una rectoría del clero en Kalmthout, cerca de Amberes, al norte del país, y fue allí donde comenzaron a tomar éxtasis y pastillas y comenzaron a tener relaciones sexuales, momento en el que el clérigo se descompensó de repente.
"Al parecer los dos hombres habían consumido éxtasis y poppers juntos y habían mantenido relaciones sexuales", detallaron los fiscales involucrados en el caso, haciendo mención al uso de "Poppers", como se conoce al nitrito de amilo, un compuesto líquido que al inhalarse produce una breve sensación de leve euforia y mareos.
Luego, Kristof Aerts, miembro de la fiscalía de Amberes, indicó que "en el cuerpo de la víctima se encontraron restos de estupefacientes" y un análisis de orina posterior indicó que el religioso de 69 años había consumido éxtasis, aunque las autoridades solicitaron una autopsia para confirmar la causa de muerte.
Wagstaff, quien murió en las primeras horas del viernes, y su acompañante, identificado como "Pastor B", se encontraban pasando la noche juntos cuando el sacerdote debió llamar a los servicios de emergencia ante la imposibilidad de reanimar a su compañero.
Tras lo ocurrido, el sacerdote de 60 años fue interrogado por un juez de instrucción y, ante su declaración, el fiscal manifestó que "algunos elementos requieren mayor investigación", motivo por el que fue puesto bajo arresto y enfrenta cargos por "tráfico de narcóticos con resultado de muerte".
Informes señalaron que el clérigo había estado visitando a varios colegas, coincidiendo con la visita del Sumo Pontífice en Bélgica, y su repentino deceso dejó en shock a los miembros de la pequeña parroquia de la localidad belga de Heide, lugar donde se encontraba al momento del hecho.
En 2010, la víctima había sido nombrado capellán de San Bonifacio en Amberes, trabajando a cargo del archidiácono John de Wit, con sede en Países Bajos, cargo del que se jubiló a principios de este año, y también se desempeñó como Decano de Área, presidía el Consejo Anglicano para Bélgica.
AS/LT