El Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil descartó y archivó el recurso que la defensa del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva había presentado para pedir su libertad condicional y que debía tratarse el próximo martes.
El juez del STF, Luiz Edson Fachin, excluyó de la audiencia del martes el pedido de la defensa de Lula, que exigía suspender la sentencia contra su cliente hasta terminar todos los recursos judiciales.
El fallo frustra las esperanzas que guardaba el Partido de los Trabajadores (PT) de que Lula pudiese ser liberado el martes, o al menos de que se le concediese la prisión domiciliaria, para poner en marcha su campaña a las elecciones presidenciales de octubre, para las que figura como líder en todas las encuestas.
Constitución. Fachin tomó su decisión luego de que la Corte de segunda instancia (TRF4) que en enero ratificó la condena contra Lula rehusara enviar el recurso al STF, alegando que la máxima Corte examina presuntas violaciones a la Constitución y que en la sentencia contra el líder del PT no había elementos que justificaran la demanda.
El TRF4 determinó en abril el ingreso inmediato en prisión de Lula una vez que se habían agotado todos los recursos posibles en segunda instancia.
Cristiano Zanin Martins, abogado del ex presidente, afirmó en un comunicado que recurrirá, y que “es extraño que el TRF4 analizara la admisibilidad del recurso extraordinario la víspera del juicio marcado por el STF para analizar el pedido de libertad”.
Acusado de corrupción asociada al caso Lava Jato y la Odebrecht, Lula está preso desde el 4 de abril en Curitiba para cumplir una condena de 12 años y un mes de prisión.
El ex presidente fue condenado porque la Justicia entendió que recibió un lujoso tríplex en Guarujá de una constructora a cambio de la obtención de contratos en la estatal Petrobras.
Delación. Para complicar aún más la situación judicial de Lula, un juez de segunda instancia convalidó los testimonios que sustentarán la delación premiada de Antonio Palocci, hombre fuerte de sus dos gobiernos y del de Dilma Rousseff.
Palocci, de 57 años, está preso en la misma cárcel de Lula desde septiembre de 2016 en el marco del Lava Jato. Fue condenado en junio de 2017 a 12 años y dos meses de cárcel por corrupción pasiva y lavado “de más de 10 millones de dólares” en el caso Petrobras para financiar campañas políticas.
En sus declaraciones ante el juez de primera instancia Sergio Moro –signatario de su condena y de la de Lula– el antiguo aliado asestó un golpe al líder de la izquierda al asegurar que el ex presidente negoció acuerdos ilícitos y millonarios con la gigante de la construcción Odebrecht.
Lula siempre negó las acusaciones y cuestionó los testimonios de Palocci, asegurando que su ex ministro había sido objeto de presiones para denunciarlo.