La cumbre antiabusos que se celebra en el Vaticano, convocada por el papa Francisco, abordó ayer la necesidad de que los obispos y religiosos rindan cuentas sobre sus acciones y omisiones ante la Justicia civil.
“La Iglesia no vive solo en un mundo aislado creado por ella. La Iglesia vive en el mundo y con el mundo. Aquellos que son culpables de un comportamiento criminal, en justicia tienen la obligación de rendir cuentas ante las autoridades civiles por dicho comportamiento”, dijo el arzobispo de Bombay, Oswald Gracias.
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La segunda jornada del encuentro con víctimas buscó un punto de inflexión en el tratamiento de las denuncias sobre abusos contra miembros del clero. Gracias, que forma parte también del consejo de cardenales que aconseja a Francisco, indicó a los 190 líderes de la Iglesia Católica, entre ellos 114 representantes de las conferencias episcopales de todo el mundo, la necesidad de abordar los abusos de manera “colegial”.
Especialmente significativa fue la ponencia del obispo de Chicago, el cardenal Blase Cupich, que apuntó a la jerarquía de la Iglesia. “Las madres y los padres nos han llamado a rendir cuentas, porque simplemente no pueden comprender cómo nosotros, como obispos y superiores religiosos, a menudo nos hemos cegado ante el alcance y el daño del abuso sexual de menores”, dijo. “Todos los mecanismos para reportar acusaciones de abuso o mal manejo de casos de abuso contra un obispo deben ser transparentes y bien conocidos por los fieles”, agregó.
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En la conferencia de prensa posterior a la sesión matutina, Cupich explicó que el Papa pidió “pasos y resultados concretos”. Francisco publicó ayer un tuit en el que aludió implícitamente a la cumbre: “Señor, líbranos de la tentación de querer salvar nuestra reputación y a nosotros mismos; ayúdanos a asumir la culpa y a buscar juntos respuestas humildes y concretas, en comunión con todo el Pueblo de Dios”. El jueves, en la inauguración del Encuentro sobre el Cuidado de los Menores, que concluirá mañana, había pedido que los obispos escucharan “el grito de los pequeños que piden justicia”.
Señor, líbranos de la tentación de querer salvar nuestra reputación y a nosotros mismos; ayúdanos a asumir la culpa y a buscar juntos respuestas humildes y concretas, en comunión con todo el Pueblo de Dios. #PBC2019
— Papa Francisco (@Pontifex_es) February 22, 2019
Naciones Unidas. La segunda jornada comenzó con la distribución de informes de agencias de las Naciones Unidas acerca de la violencia contra los niños. El moderador de la reunión, Federico Lombardi, explicó que Francisco, que estaba presente, quería que reflexionasen sobre los documentos de la ONU “Hacia un mundo libre de violencia” y “Un rostro familiar: la violencia en la vida de niños y adolescentes”, elaborado por Unicef.
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Francisco repartió el jueves una guía sobre cómo deben actuar los religiosos ante denuncias de abusos contra miembros del clero. El instructivo contiene 21 puntos con indicaciones para regular el traslado de los sacerdotes implicados, la evaluación psicológica de los seminaristas, y el abandono del ministerio público de los abusadores. Con el encuentro que concluirá este domingo. El Sumo Pontífice continúa con la tolerancia cero implementada por su antecesor, Benedicto XVI, y busca dejar atrás su controvertida gira por Chile, donde defendió al obispo Juan Barros, acusado de encubrimiento por las víctimas de Fernando Karadima.
