La doctora Jill Biden, esposa del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, planea seguir enseñando a los alumnos del centro de formación profesional donde trabaja, lo que la convertiría en la única primera dama de la historia del país con un trabajo remunerado fuera de la Casa Blanca, un título que pretende convertir en una punta de lanza para estimular políticas para la mejora de la enseñanza.
Jill Biden, que se identifica a sí misma como "educadora de por vida" en su perfil de Twitter, ya anticipó que intentará facilitar en la medida de lo posible la matrícula gratuita en los centros de formación profesional, la financiación para la investigación del cáncer y el apoyo a las familias de los militares.
Ésta no será la primera vez que compagina su labor profesional con un rol político: la doctora seguía dando clase de inglés en el Northern Virginia Community College mientras su marido ejercía como vicepresidente de Estados Unidos a las órdenes de Barack Obama. Jill Biden ostentaba, en ese caso, el título de segunda dama.
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En las sucesivas entrevistas que dio durante la campaña, Jill, doctorada en Educación de la Universidad de Delaware en 2007, prometió también que hará todo lo posible para mejorar las condiciones de educación y la calidad de vida del profesorado.
"Los centros de formación profesional son uno de los secretos mejor guardados de este país", declaró la futura primera dama. "Y quiero que la gente valore a los profesores y valore sus contribuciones", hizo saber el pasado mes de agosto, en plena campaña, en declaraciones a CBS.
La profesora, de 69 años de edad y natural de Nueva Jersey, indicó durante la entrevista la necesidad de "elevar las perspectivas" del profesorado. "Tanto los estudiantes como los educadores necesitarán más apoyo de salud mental para lidiar con el trauma de esta pandemia, y son necesarias, en general, mejores políticas. Y las mejores políticas en educación no vienen de los políticos, sino de los educadores", recalcó.
Se conocieron en una cita a ciegas
Jill Tracy Jacobs nació el 3 de junio de 1951 en Hammonton, Nueva Jersey, siendo la mayor de cinco hermanas. Al crecer en Willow Grove, un suburbio de Filadelfia, se casó a una edad muy temprana con su novio de la secundaria, Bill Stevenson, del que se divorció pronto.
Jill conoció a Joe Biden en 1975 en una cita a ciegas organizada por el hermano del muchacho. La chica tenía entonces 24 años y estaba estudiando en la universidad, mientras Joe, de 33 años, ya era senador y su primera esposa había muerto en un accidente automovilístico.
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La pareja se casó en 1977 y ella se convirtió en la "mamá" de sus hijos Hunter y Beau. Los Biden tienen una hija, Ashley, que nació en 1981. En 2019 Jill publicó "Donde entra la luz", en el que habla de cómo se enamoró de Joe y de sus primeros años juntos.
La pareja ha pasado por dos carreras presidenciales fallidas, ocho años en la vicepresidencia, la muerte de Beau Biden tras una batalla contra el cáncer y ahora, una exitosa campaña presidencial.
"Ella nos volvió a unir", dijo Biden en un video difundido en agosto durante la Convención Nacional Demócrata, mientras describía el impacto de Jill en la familia marcada por el drama. "Es endemoniadamente dura y leal".
Seguirá trabajando
La profesora Biden tiene una licenciatura y dos maestrías en su haber, y también obtuvo un doctorado en estudios educativos más tarde, en 2007 después de décadas de docencia. Desde 2009, se desempeña como docente de inglés en el North Virginia Community College.
Durante su mandato como la "segunda dama" (esposa del vicepresidente) bajo la administración de Obama, Jill Biden fue una firme defensora de una educación superior más accesible y la lucha por más derechos de las mujeres. Además, también lanzó dos proyectos para apoyar a los soldados, y especialmente a sus familias, cuando un soldado se despliega en el extranjero.
Desde 1993, Jill Biden dirige una fundación que proporciona a niñas y mujeres jóvenes información sobre la importancia del diagnóstico temprano del cáncer de mama, la Iniciativa Biden Breast Health. Pero aunque durante la reciente campaña presidencial se vio a un Jill muy activa, dijo que quiere evitar la mayor atención posible de los medios y, al igual que su predecesora Melania Trump, dedicarse a tres causas que considera importantes: educación, derechos femeninos y apoyo a las familias de militares.
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"La mayoría de las mujeres estadounidenses tienen una vida laboral y una vida familiar, pero a las primeras damas nunca se les ha permitido hacerlo", dijo Katherine Jellison, profesora de historia en la Universidad de Ohio. "Quizás ha llegado el momento, sin embargo, en que más estadounidenses se sientan cómodos con una primera dama que no está de guardia en la Casa Blanca las 24 horas del día, los siete días de la semana".
En la Convención Demócrata, en la que Joe Biden fue confirmado como candidato presidencial, describió a su esposa de la siguiente manera: “Todos en este país, piensen en su maestro favorito que les dio la confianza para creer en sí mismos. Ese es el tipo de primera dama que Jill Biden será”.
En su discurso de la convención demócrata, en un salón de clases en una escuela secundaria de Wilmington donde enseñó inglés en la década de 1990, ella dio fe del carácter, las capacidades y el corazón de su esposo.
"¿Cómo se puede formar una familia quebrada?", dijo sobre la perseverancia de Biden a través de la adversidad. "De la misma manera en que se unifica a una nación", agregó. "Con amor y comprensión, y con pequeños actos de compasión. Con valentía. Con fe inquebrantable".
DS
