El bajo caudal que presentan los cursos de agua de la Amazonia brasileña reveló grabados milenarios como consecuencia de una sequía severa, más intensa de lo habitual, que se debe a dos fenómenos climáticos: El Niño y el calentamiento de las aguas tropicales septentrionales del Atlántico. Ambos fenómenos meteorológicos alteran los patrones cíclicos de la zona, que tienen lugar normalmente en el período comprendido entre mayo y octubre.
El Río Negro, el principal afluente que atraviesa el bosque tropical, ha alcanzado mínimos históricos y se descubrieron figuras rupestres que se encontraban bajo el agua.
Las ilustraciones profundamente talladas en la roca negra de las orillas del torrente representan rostros humanos, animales y otras formas , y se cree que tienen entre mil y dos mil años, según señalaron los arqueólogos.
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El yacimiento arqueológico se encuentra donde confluyen las aguas de los ríos Negro y Solimões, un lugar sagrado para los indígenas que “nos permiten comprender el modo de vida de las poblaciones prehistóricas”, explicó el integrante del Instituto Nacional de Patrimonio Histórico y Artístico de Brasil, Jaime de Santana Oliveira.
A su vez, los científicos creen que otras piedras se utilizaban para afilar flechas y herramientas de las tribus.
En este sentido, El arqueólogo del Museo del Amazonia (MUSA), Iberê Martins las describió como “huecos en las rocas” y precisó que “las poblaciones los utilizaban para fabricar herramientas de piedra tallada: “Esta forma redonda se debe al largo proceso de pulido de las piedras, para fabricar martillos, por ejemplo”.
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“Para nosotros, es un lugar muy importante que forma parte de nuestros orígenes”, indígena del pueblo nativo Tukano, Ivan
"Para nosotros, es un lugar muy importante que forma parte de nuestros orígenes. Hay entidades, seres que cuidan de este lugar”, expresó un integrante del pueblo nativo Tukano, Ivan y manifestó que “estas invasiones son peligrosas y tendrán consecuencias”.
En relación con ello, Iberê Martins, refirió que “en cuanto aparecieron los grabados, los habitantes de Manaos empezaron a acudir en masa al yacimiento”.
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Además, puntualizó que “en menos de media hora, cuatro barcos de agencias turísticas desembarcaron gente en las rocas: "Por desgracia, hay una afluencia de curiosos que vienen a visitar el yacimiento. Digo 'desgracia', porque no tenemos instalaciones para ello".
FUente: RFI
PM CP
