La situación de los 12 niños y su entrenador de fútbol que se encuentran atrapados en una cueva en Mae Sai, provincia tailandesa de Chiang Rai, sigue siendo crítica. En la tarde de este sábado, un miembro del equipo de rescate resultó herido de gravedad y otros tres terminaron con heridas leves tras el accidente de un vehículo durante las tareas.
Según detalló el portal de noticias KhaoSod, los hombres viajaban en un vehículo todoterreno que se habría precipitado por un barranco, debido al poco conocimiento que tenían en los caminos y bifurcaciones de la zona. Por otro lado, los ingenieros enviados por el empresario estadounidense Elon Musk para colaborar en el rescate ya comenzaron a llegar al país, de acuerdo a la agencia Bloomberg.
Musk, un destacado inventor, había propuesto esta semana crear un túnel de aire bajo el agua capaz de autoajustarse a las irregularidades que existen en la cueva. Para realizar la tarea, el megamillonario había prometido mandar a miembros de su compañía aeroespacial SpaceX y de su empresa de excavaciones Boring Co.
Según trascendió, mientras que uno de los especialistas ya arribó al país asiático, se espera que otros dos integrantes del equipo lleguen en las próximas horas, y otros seis se unan durante el domingo. La lluvia continúa cayendo con intensidad en el exterior de la caverna, detalló la cadena CNN en español.
Este sábado, los socorristas que tratan de rescatar a los niños informaron que en las últimas 24 horas se realizaron más de 100 perforaciones para intentar una vía alternativa a la evacuación por buceo, pero que no tuvieron éxito. "Hemos realizado más de cien perforaciones. Pero todavía no hemos podido localizar la posición en que se encuentran", declaró el jefe del equipo de crisis, Narongsak Osottanakorn, que también es gobernador de la provincia de Chiang Rai.
Los doce niños y su entrenador de fútbol, de 25 años, llevan 14 días atrapados en una cueva de Tham Luang, inundada por las lluvias monzónicas. Desaparecieron el 23 de junio luego de que decidieran explorar la cueva de Tham Luang después de un partido de fútbol.
Los equipos de rescate estudian el modo más seguro de evacuarlos, teniendo en cuenta que una buena parte de los chicos, de entre 11 y 16 años, no saben nadar y ninguno ha practicado nunca submarinismo. Por ahora, un buzo experimentado necesita once horas para un trayecto de ida y vuelta hasta los niños, seis de ida y cinco de vuelta, gracias a la corriente.
El recorrido es de varios kilómetros y tiene algunos tramos angostos y otros que se tienen que realizar bajo el agua. La tarea de ese recorrido es tan peligrosa que este jueves un buzo de 38 años perdió la vida tras una tarea de abastecimiento.