INTERNACIONAL
Proceso de Impeachment

Destituyeron a Dilma Rousseff

Con el voto de 61 de senadores contra 20 dejó de ser presidenta de Brasil.

Luego de un largo período de crisis institucional, el Senado de Brasil destituyó este miércoles a Dilma Rousseff de la presidencia de Brasil, un fallo histórico que pone fin a 13 años de gobierno de izquierda en el gigante sudamericano.

El Senado aprobó la destitución de Rousseff con 61 votos a favor y 20 en contra. Inmediatamente después del voto de los 81 senadores, convertidos en una especie de Gran Jurado, el vicepresidente Michel Temer, de 75 años, asumió la presidencia.

Temer (PMDB, de centro-derecha), que ya ejerce como mandatario interino, prestará juramento ante el Parlamento antes de viajar a China, para la cumbre del G20, donde pretende participar ya con el título oficial de presidente.

"Brasil pasó por un período difícil de disputas políticas, pero se ha cumplido con la Constitución. Cuando el presidente es apartado del cargo, asume el vicepresidente porque al final ese es su papel", indicó Temer al diario O Globo, quien llegará a la presidencia con una popularidad tan baja (13%) como la de su predecesora.

El voto cerró una sangría política que desde hace nueve meses mantiene en vilo a la mayor economía de América Latina, en ruta a su peor pérdida de riqueza en 80 años y que tiene a los principales partidos embarrados en causas de corrupción.

Lo de hoy fue un final inesperado para la primera mujer que llegó a la presidencia de Brasil, suspendida en mayo tras ser acusada de manipular las cuentas públicas para asegurar su reelección en 2014 y continuar con esa práctica al año siguiente.

Retos para Temer. Temer no tendrá mucho que celebrar luego de que asuma la presidencia de Brasil. Con el desempleo en niveles récord (más de 11 millones de personas), la inflación galopante y un gigantesco déficit fiscal, la economía brasileña se contraerá un 3,16% este año, según los datos revelados este miércoles por el Banco Central, que revisó al alza sus previsiones. El nombre de Temer también ha saltado en las revelaciones en torno al megaescándalo de corrupción en Petrobras, en varias delaciones hechas por acusados que buscan reducir sus condenas. El ahora presidente niega cualquier vinculación con la trama y la Justicia nunca ha presentado cargos contra él.