El argentino acusado de formar una pandilla en El Salvador podría ser extraditado en julio
El mendocino Alejo Arias González, de 25 años lleva nueve meses preso, sin poder hablar con su familia. Había viajado con una propuesta laboral de una financiera y la compañía resultó ser una asociación ilícita.
Joven argentino detenido en El Salvador |
FB: Nana González
El mendocino Alejo Arias González, quien lleva nueve meses preso en una cárcel de máxima seguridad de El Salvador, sin poder hacer una llamada telefónica con su familia en la Argentina, esta semana recibió buenas noticias: será trasladado a una prisión más abierta y hay esperanzas de que podría aliviarse su situación penal.
Así lo confirmó su abogado Miguel Ángel Pierri, quien afirmó que a su cliente de 25 años lo llevaron a una prisión con un régimen semiabierto de detención, lo que le permite comunicarse con sus familiares y también recibir visitas, según informó en MDZ Online. Se trata del Penal Occidental de Santa Ana, caracterizado por condiciones edilicias y climáticas más favorables, donde el consulado puede acceder sin tantos protocolos.
Asimismo, Pierri destacó el trabajo legal y el rol de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y explicó: “Alejo fue acusado de formar parte de una banda criminal, con roles de autor y organizador de delitos, lo que aquí en la Argentina sería una asociación ilícita. Con el correr del tiempo se comprobó que él no tenía nada que ver y ahora se espera que sea juzgado bajo una calificación legal distinta y menos grave”.
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En ese sentido, el letrado agregó que “esto podría allanar el camino para su extradición a Argentina, donde lo esperan ansiosamente su madre, su padre y los hermanos. Es un paso fundamental”, enfatizó Pierri y contó: “Fueron días muy complicados. Hoy podemos decir que esto se acabó y que en un corto periodo estará aquí con nosotros. Fue un proceso largo y lleno de dificultades, sin embargo, estamos esperanzados de que todo esto termine”.
“El 25 de junio está prevista esta audiencia que será fundamental. Esta decidirá el futuro de Alejo, donde podría cambiar su situación. De mejorar, y si todo sale bien, podría recuperar su libertad y en julio podríamos extraditarlo a la Argentina”, detalló el letrado al respecto de la extradición.
Además, Pierri concluyó: “El trabajo del defensor público oficial, del procurador general de la República de El Salvador y del embajador en la Argentina, con los que tuvimos desde el primer momento contacto, fue de entera responsabilidad y profesionalismo. Han respondido de inmediato ante la situación de Arias González, pese a las duras y restringidas medidas de ese país. Gracias a ellos, todo esto ha pasado con éxito y podemos decir que él estuvo siempre en buenas manos”.
Cabe señalar que Pierri ya le había hecho un pedido formal de clemencia al presidente Nayib Bukele para que revisaran el caso, alegando que se trataba de una víctima y pidiendo que analizara la chance de dejarlo en libertad para que pudiera volver a Argentina.
“Lo que motiva esta respetuosa petición se encuentra enmarcado en la necesidad de confirmar que -aunque si bien puede considerarse en parte duro- el régimen de excepción que usted se encuentra administrando en su Nación funciona para el beneficio de las víctimas e inocentes. Por esto mismo que le solicito tenga bien en cuenta este Pedido de Clemencia para Alejo Octavio Arias González”, decía el escrito.
“Rezo todos los días para volver a escuchar su voz, ver su cara, tocarlo, lo extraño mucho“, le dijo al diario Clarín su mamá, Sandra González.
El joven argentino viajó en busca de trabajo y quedó detenido en El Salvador
Para la Justicia salvadoreña, Arias es parte de una red de estafadores conformada por más de 100 personas, en su mayoría colombianos, además de tres salvadoreños y un guatemalteco. Según las autoridades, los detenidos habrían organizado algunas microfinancieras de forma ilegal y otorgaban créditos que cobraban luego a través de amenazas.
Para las autoridades centroamericanas, el fin último de la organización era enviar a Colombia cantidades millonarias de dinero, movimientos que estarían relacionados con el narcotráfico y las pandillas. Dicen que desde 2021 habrían enviado a su país 20 millones de dólares.
Alejo llegó a El Salvador el 6 de marzo del año pasado para trabajar como cobrador en una financiera dirigida por ciudadanos colombianos, a través de un contacto familiar que le consiguió ese trabajo.
Cobraba 600 dólares por mes –en pagas semanales de 150- y su idea era estar seis meses o tal vez un año para ahorrar dinero y seguir con sus estudios. Había terminado segundo año de Diagnóstico por imágenes.
Pero el 14 de julio pasado la banda fue desbaratada y, en consecuencia, capturaron a 110 sospechosos. Entre ellos el joven mendocino, el único argentino, quien fue enviado a la cárcel El Penalito, una instalación policial ubicada en San Salvador, capital del país.
En agosto pasado, en una audiencia colectiva y con la presencia de sólo cuatro abogados, a 40 detenidos se les dictó la prisión preventiva por seis meses por asociación ilícita, lavado de activos y receptación (recibir, adquirir, ocultar o aprovecharse de los efectos de hecho delictivos).
