Todos en algún momento hemos sido víctimas de las fake news o noticias falsas. Desde el cura pelirrojo que era padre de 18 bebés de un pequeño pueblo del norte de España hasta el video de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en el que parecía que estuviera ebria. Se trata de un fenómeno que, si bien no es nuevo, tuvo un fuerte impulso gracias a Internet y, en especial, a las redes sociales.
De hecho, en 2017, un informe reveló que más de la mitad de los usuarios del mundo digital en 36 países utilizan las redes sociales como fuente de información y que para una de cada diez personas son el principal lugar donde obtienen datos sobre la actualidad. Es por eso que empezaron a proliferar aquellos sitios web encargados exclusivamente de chequear noticias e incluso algunas plataformas, como Facebook, empezaron a poner más énfasis en los contenidos que se difunden.
Fake News: El cáncer de la web gestado por Google y Facebook
Caer en una fake new depende de muchos factores, como la fuente de la información o la verosimilitud del hecho. Uno de los menos conocidos pero que más influencia tienen es tu personalidad. Así lo explicó Elizabeth McKee, Jefa de Ciencias de la Conducta en la Unidad de Fuentes Abiertas (OSU) del Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido (FCO) en la charla Psicología de la desinformación a la que asistió PERFIL.
Los rasgos de tu personalidad que te hacen más vulnerable a creer en una noticia falsa según McKee son:
- Necesidad de cierre cognitivo: el nivel de comodidad de uno con la ambigüedad y con la falta de conocimiento respecto a una cuestión influencian a la hora de creer o no en teorías conspirativas. Es decir, personas que tienden a tomar una posición dogmática o no pueden evitar la tendencia a decirse por una opción u otra son más susceptibles a caer en una noticia falsa.
- Apertura a nuevas experiencias: aquellos que obtienen un puntaje alto en este rasgo de personalidad tienen más probabilidades de aceptar una teoría de la conspiración.
- Desconfianza: esta característica puede hacer que uno no crea en nada pero, contrariamente, también puede causar que las teorías conspirativas parezcan más plausibles.
- Baja aceptabilidad: otro gran rasgo que se asocia con el respaldo de lo falso.
- Maquiavelismo: la propensión a manipular a otros para sus propios objetivos hace que uno sea más susceptible de creen en una teoría de la conspiración.
- Narcisismo: al igual que en el caso anterior, el auto engrandecimiento te hace ser más vulnerable a aceptar falsedades.
- Alta necesidad de singularidad: el querer saber cosas que otros no conocen te pueden llevar a caer en noticias falsas.
- Sensación de falta de control en la propia vida: la creencia de que factores externos dirigen la existencia de uno hacen que la percepción de teorías de conspiración sea más elevada.
- Estilo de apego ansioso: desarrollado en la infancia, alguien que generalmente busca intimidad / capacidad de respuesta de los demás y tiene una baja visión de sí misma puede ser más vulnerable a noticias falsas.
Presentar alguno o varios de estos rasgos de personalidad no impiden que uno pueda aprender a discernir entre lo real y lo falso. Existen algunos indicios que pueden ayudar a detectar las fake news: la URL, proliferación de faltas de ortografía, la forma en la que está redactada, el autor de la nota (si es confiable o no) o la coherencia del contenido. Además, se pueden usar herramientas de verificación y comprobar los datos que brinda antes de creerla.
Asimismo, también la prensa puede desempeñar un rol más allá de evitar su difusión. “Para que una persona tenga menos chances de caer en las fake news sería importante que los medios de comunicación y la sociedad generalicen el mensaje de que estar equivocado no es algo malo, sino que nos sucede a todos, y que corregir una equivocación es algo positivo y no algo de lo que avergonzarse”, explicó a este medio la Jefa de Ciencias de la Conducta en la Unidad de Fuentes Abiertas del FCO.