Un informe de Amnistía Internacional reveló quiénes son los periodístas que más sufren el acoso virtual de los trolls en Argentina, sobre todo a la hora de opinar sobre un tema vinculado a los Derechos Humanos. En el mismo informe, destacan una participación de funcionarios o voceros formales del oficialismo en campañas de desprestigio, aunque negaron que haya una "injerencia directa y explícita" del Gobierno de Mauricio Macri en campañas de censura en redes sociales.
"El modus operandi de las agresiones en redes sociales en Argentina consiste en una secuencia de responsabilidades en cuyo origen hay funcionarios o voceros formales del oficialismo pero también cuentas que, identificadas políticamente con el gobierno nacional, no tienen un vínculo formalizado o público aunque en las redes sociales son reconocidas (y en sus perfiles así también las reconocen las propias cuentas) por su oficialismo. El método utilizado en la Argentina combina la acción de cuentas personales de referentes políticos, trolls (cuentas cuyo registro violento bloquea el debate y desvía la conversación), bots (cuentas parcial o totalmente automatizadas en sus interacciones) y seguidores regulares", explica el informe.
Dentro de los periodistas que más respuestas tienen en Twitter se encuentra Hugo Alconada Mon, de La Nación, quien además arrastra un gran número de interacciones orgánicas, es decir, de tráfico verdadero. También figuran Reynaldo Sietecase, Eduardo Feinmann, Marcelo Longobardi, María O’Donnell, Edi Zunino y Ernesto Tenembaum, entre otros.
Desde Amnistía explicaron que el relevamiento se realizó "con el objetivo de documentar las reacciones concertadas en el debate público en redes sociales digitales cuando, ocasionalmente, algunos líderes de opinión o referentes del campo de los Derechos Humanos exponen alguna crítica o punto de vista discordante respecto de la posición del gobierno".
Y concluyen: "Dada la premisa democrática de garantizar la amplia circulación de un rango variado de perspectivas, es preocupante que la exposición de objeciones a la conducción estatal dispare como reflejo una reacción inmediata y concertada de acoso contra quienes señalan o informan sobre la existencia de dichas objeciones. De hecho, las cuentas más activas -que más tweets generaron- en el período muestran una fuerte presencia de anónimos y trolls".
El documento completo: