“En lo que concierne a la política local, se abre un interrogante: ¿un eventual triunfo de Kamala bloquearía la asistencia económica que el gobierno estadounidense le brindaría a Javier Milei? O, por el contrario, la política exterior estadounidense en relación a Latinoamérica es parte de los llamados consensos que se tienen entre republicanos y demócratas, y no importa quién sea el presidente, mantienen la misma línea”, analizó Jorge Fontevecchia en el editorial de Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1), del miércoles 21 de agosto de 2024.
La excelente serie The Newsroom retrata los problemas éticos y profesionales de periodistas en una redacción del prime time estadounidense.
En ella se puede ver cómo un conductor que se reivindica como republicano da cuenta de una dolorosa verdad para los estadounidenses: Su país ya no es el mejor país del mundo. Aspectos económicos, políticos y hasta morales confluyen para crear una sensación de hastío e impotencia que viven gran parte de los habitantes de este país. Estos sentimientos, con los que conecta el personaje de la serie que representa un periodista, son imperceptibles a la élite intelectual, universitaria y privilegiada.
En el fondo, la pregunta que subyace a la victoria de Trump en el 2016 es si se perdió el sueño americano y aquella idea que si uno se esfuerza y trabaja duro puede alcanzar lo que desea.
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Frente a la crisis del 2008 y la pandemia desatada en el 2020 por el Covid-19 se construyeron dos grandes relatos. Uno vinculado a la injerencia del Estado, la protección de los puestos de trabajo, el cuidado de la salud. El otro, vinculado con la baja de los impuestos, la libertad individual y el ataque a los tradicionales valores progresistas.
Por otro lado, titulamos el editorial de hoy sobre Juan Domingo Biden y Eva Harris, haciendo referencia a una columna que publicamos en el Diario Perfil, que luego fue tomada inclusive hasta por el propio expresidente Alberto Fernández. El planteo es que el presidente Biden asociaba su discurso a la defensa de los sindicatos, de los trabajadores e incluso promovía el apoyo a la sindicalización de los trabajadores de Amazon. De esta forma, legitimaba el discurso peronista y su planteo de “Estado presente”.
El 28 de abril de 2021 Biden brindó un discurso en el que se legitimaba este tipo de discurso “peronista”, por así decirlo: “Enviamos cheques de 1400 dólares a millones de hogares”. “Para muchas personas esto hace la diferencia”, agregó.
Otro fragmento que refuerza la idea del “Juan Domingo Biden”, es cuando el actual presidente de Estados Unidos habla de las empresas con mayores ingresos: “Es hora de que las corporaciones de Estados Unidos y el uno por ciento más rico empiecen a pagar lo que les corresponde”. Además, se refirió a discusiones dentro del partido demócrata sobre el mismo tema. “Hay estudios recientes que muestran que las principales corporaciones no pagan impuestos federales”, criticó.
Es relevante comparar estos discursos con los que hizo Kamala Harris en diferentes oportunidades.
El 22 de julio de este mismo año, la candidata se refirió a la “honestidad, compromiso e integridad” del presidente Biden. “Cada día, nuestro presidente Biden lucha para los estadounidenses”.
Por su parte, el spot de Kamala Harris refleja el compromiso de la candidata a través de su historia política. Este recurso electoral cuenta que la candidata fue criada por una madre migrante, lo que le permitió conocer el mundo de posibilidades que se abre cuando se tiene “determinación”.
En un repaso por su historia, el spot cuenta que Kamala Harris comenzó trabajando en un McDonalds y llegó a ser fiscal general del Estado, senadora de Estados Unidos y vicepresidenta. Dentro de su camino político se remarcan sus logros, como la protección ante criminales violentos, la derrota de los bancos que dejaron a las familias sin hogar y la lucha por los derechos de las mujeres. “Kamala sabe que con determinación, cuando luchamos ganamos”, afirma el spot.
Como puede apreciarse, Kamala Harris representa una continuidad de esta idea estatista de Biden. Sin embargo, lo hace con una impronta más diferente. Kamala condensa dentro de su figura y su propia historia un conjunto de valores que la hacen una candidata competitiva.
Kamala, además puede observarse como una nueva Jimmy Carter, es decir una política que eleva los valores democráticos y enfrenta la política autoritaria. Recordemos que Carter, el presidente de los Estados Unidos de fines de los años 70, había enfrentado los golpes de Estado. A partir de su llegada al poder, fueron desapareciendo las dictaduras militares.
En nuestro país favoreció la denuncia de los crímenes del gobierno militar ante la comisión de Derechos Humanos de la OEA y utilizó como herramienta para vencer a la ex Unión Soviética las ventajas de un modelo de sociedad democrática. Es decir, en lugar de misiles, venció y destruyó a la ex Unión Soviética con ética.
La campaña de Kamala refuerza la idea de que ella representa los valores democráticos de Estados Unidos y entusiasma a los demócratas que en el mundo sufren la ola de la extrema derecha.
Kamala representa, por lo pronto, la opción antiautoritaria frente al populismo de Donald Trump.
En la nota ¿Qué Kamala Harris nos espera? De Branko Marcetic traducida por la revista Jacobin Latinoamérica, se detallan aspectos del pasado de la candidata demócrata.
Kamala es una fiscal que enfrentó a corporaciones financieras y prometió que jamás pediría la pena de muerte. A los seis meses de su designación como fiscal por el distrito de San Francisco, enfrentó la presión, insultos y las acusaciones de republicanos, demócratas, compañeros de la policía y hasta familiares de un agente encubierto asesinado por un joven de 21 años.
Harris se mantuvo firme. Luego, cuando compitió en las elecciones legislativas locales, su opositor utilizó la decisión de Kamala como campaña. Estas se transformaron en un plebiscito de la pena de muerte y Kamala logró revertir la ventaja que le llevaba su adversario y quedarse con la banca.
Kamala tiene un enfoque progresista a la hora de enfrentar el crimen y la inseguridad. Ha promovido programas para que delincuentes primerizos entre dieciocho y veinticuatro años hagan cursos de oficios en universidades municipales. Según la nota citada “las tasas de reincidencia de la ciudad cayeron del 54% al 10% en seis años”.
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Además, es negra, hija de inmigrantes y provenientes de “la clase media”, lo que en Estados Unidos representa un valor por ser la depositaria del ideario de esfuerzo meritocrático y progreso.
El 19 de agosto, Kamala Harris estuvo presente en la Convención Nacional Demócrata, donde reforzó la idea de su spot: “Cuando luchamos, ganamos”. Además, le agradeció al presidente por su “compromiso histórico”.
Por otro lado, desde el 2008 a la actualidad, el nivel de vida de los americanos cayó considerablemente. Avanzó la precarización laboral y emergió la inflación como un problema central. Además, el acceso a educación y salud se hacen cada vez más difíciles para un amplio sector de los estadounidenses.
Indudablemente la sociedad americana viró a la derecha. Inclusive en la elección en la que Donald Trump perdió por una diferencia que fue poco mayor al 4%. Esto, luego de una gestión de la pandemia por parte de Donald Trump que tuvo números dramáticos.
Este hecho puede tener dos lecturas para los demócratas. Tratar de dialogar con los valores de este giro a la derecha con un discurso moderado, o por el contrario, entender que este fenómeno responde a lo que es Trump y que ha representado una opción más disruptiva y novedosa. En ese caso, las propuestas radicalizadas desde el punto de vista progresista tendrían la intención de llevarse adelante por Kamala Harris.
Ayer, en Modo Fontevecchia, el excandidato a vicepresidente de José Luis Epert, ex diputado nacional y consultor de Dick Morris, Luis Rosales, dio su parecer al respecto. "Para la sociedad norteamericana, Kamala es una socialista de Barcelona", señaló. Además, sostuvo que la candidata representa el ala “más progresista” del partido demócrata y algo “bastante extremo” para la política norteamericana.
En una nota publicada en el portal de la BBC titulada “¿Habría derrotado Bernie Sanders a Donald Trump?” se ofrece otra hipótesis. Citamos textualmente: “El promedio de encuestas del sitio Real Clear Politics mostraba que entre el 6 de mayo y el 5 de junio de 2016, Sanders aventajaba a Trump en una confrontación hipotética 49% a 39%. En esos momentos, las mediciones hablaban de un virtual empate si los candidatos eran Trump y Clinton”.
Luis Rosales: "Para la sociedad norteamericana, Kamala es una socialista de Barcelona"
Esto es muy interesante respecto de lo que puede suceder en la Argentina en 2027. ¿El candidato que le compita a La Libertad Avanza debería tener en cuenta el giro a la derecha de la sociedad argentina y tener posiciones moderadas viniendo del progresismo o debería ser más progresista y más radical? De hecho, esto mismo piensa Kicillof sobre cuál tiene que ser la estrategia del peronismo, que se fue yendo más a la derecha. Primero eligieron un candidato como Scioli, después como Alberto Fernández y por último un candidato que en sus orígenes estaba cercano a la UCEDE y a los liberales de Álvaro Alsogaray, que era Sergio Massa. Por el contrario, Kicillof cree que la oferta que debe llegar después de Milei debe estar más orientada a la izquierda.
Volviendo a Estados Unidos, Bernie Sanders, de la izquierda del partido demócrata, le habría ganado a un candidato de la extrema derecha republicana como lo es Trump. Recordemos que Sanders tenía un programa que hablaba de ponerle siderales impuestos a los ricos, de elevar el valor de la hora salarial y del green new deal, que en parte lo llevó adelante Joe Biden.
Además, la nota citada plantea que gran parte del triunfo de Trump sobre Hillary Clinton, se explica porque el candidato republicano logró instalar la idea de que su oponente era la representante de la élite política.
En el fondo, será vencedor quien logre conectar con ese sentimiento de insatisfacción que anida entre los estadounidenses. Probablemente este sentimiento, como dice la serie The Newsroom, se percibe luego a lo largo de toda la vida de los Estados Unidos, fundamentalmente en los estados alejados de las costas, donde el nivel de progreso es aún menor. Eso mismo lleva a la idea de que Estados Unidos dejó de ser el mejor país del mundo.
En lo que concierne a la política local, se abre un interrogante: ¿un eventual triunfo de Kamala bloquearía la asistencia económica que el gobierno estadounidense le brindaría a Javier Milei? O, por el contrario, la política exterior estadounidense en relación a Latinoamérica es parte de los llamados consensos que se tienen entre republicanos y demócratas, y no importa quién sea el presidente, mantienen la misma línea.
Evidentemente el presidente Trump fue clave en que el FMI le diera a Mauricio Macri el mayor préstamo de la historia del organismo crediticio internacional. Sin embargo, la cercanía entre Obama y Macri también fue notoria cuando el expresidente estadounidense visitó el país en marzo del 2016.
Por lo pronto, el impacto de la elección estadounidense en nuestro país es más una incógnita que una certeza.
Producción de texto e imágenes: Daniel Capalbo, Pablo Helman y Matías Rodríguez Ghrimoldi.
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