El caso Salvio y los antecedentes violentos en Boca
El caso de Eduardo "Toto" Salvio, que atropelló a su ex mujer, no es el único ejemplo de violencia de género con los jugadores del equipo de la Ribera.
Eduardo Salvio quisiera tener revancha ante River en la Libertadores. // NA |
NA
Juan Parrondo
El jugador de Boca Juniors, Eduardo "Toto" Salvio, es buscado por la Policía luego de atropellar a su exmujer, Magalí Aravena en Puerto Madero. El Mundo Boca se ve nuevamente envuelto en una situación de violencia de género luego de que el 10 Xeneize la embistiera con su auto generándole un traumatismo en la pierna derecha.
Todo indica que la insólita reacción de Salvio se dio luego, de un intento de escape por parte del jugador, al ser visto por Aravena, con otra mujer en su auto. El ex Atlético Madrid, que lleva una década casado con Magalí y son padres de dos hijos, se encontraba distanciado de Aravena ya que ella "le había pedido un tiempo" al futbolista. La víctima sólo sufrió lesiones leves y el jugador está siendo buscando intensamente por las autoridades policiales.
Las violentas conductas de los futbolistas
¿Qué pasa con las violentas conductas de los futbolistas? Este no es el primer caso de un jugador de Boca envuelto en un caso de violencia de género. Hay que sumar al lamentable listado a Agustín Rossi, Cristián Pavón y Sebastián Villa.
Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
En el caso de Rossi, el arquero del Xeneize, fue denunciado por su expareja Bárbara Segovia por conductas violentas del jugador. El mismo Rossi admitió por mensajes de WhatsApp que le había pegado a su ex novia, caso que trascendió y que incluso dejó al arquero sin la posibilidad de emigrar del país a la MLS en 2018.
Cristián Pavón, que está casi de Boca, también fue denunciado por Marisol Doyle quien asegura que fue abusada sexualmente por el jugador.
Por ultimo, el caso de Sebastián Villa que lo alejó por un tiempo de la actividad futbolística luego de la denuncia por parte de su expareja, Daniela Cortés. En 2020, el colombiano fue desafectado de Boca luego de los posteos y denuncia de su exmujer, en la que mostraba las secuelas del abuso y violencia sufrido.
Lo curioso es que, en estos casos, los futbolistas siempre salen ilesos y continúan sus carreras. ¿Qué es lo que sucede en estos casos? ¿Cómo debería actuar la justicia ante los futbolistas a pesar de su imagen?
