Desde hace tiempo, las dudas y la incertidumbre rodeaban la elección de la sede para este crucial partido. Cada vez que el entrenador, Lionel Scaloni, era cuestionado sobre si el enfrentamiento se iba a llevar a cabo en el Monumental, se mostraba evasivo y no confirmaba ni negaba nada.
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Esta incertidumbre tenía su origen en dos factores cruciales: la comodidad de los jugadores y la calidad del césped del estadio de River Plate. Las imágenes del terreno de juego en no muy buen estado después de algunos conciertos recientes han generado preocupación.
Además, se sabía que tan solo unos días antes del enfrentamiento contra Uruguay, el césped sería sometido a tres conciertosde Taylor Swift, lo que prácticamente garantiza que el estado del campo no sería óptimo para un partido de fútbol de tal importancia.
Frente a esta situación, la comodidad de los jugadores y la necesidad de asegurar un terreno de juego en condiciones adecuadas fueron determinantes en la elección del estadio. Con el césped del estadio de River Plate en mal estado y la conveniencia de mantener al equipo en la Capital Federal, finalmente se tomó la decisión de que el enfrentamiento se llevará a cabo en la Bombonera.
El 16 de noviembre, la Argentina jugará en la mítica Bombonera de Buenos Aires, un escenario que promete añadir un elemento extra de emoción a un partido que ya de por sí está cargado de expectativas.
Después de este enfrentamiento en la Bombonera, la Selección Argentina cerrará la última jornada doble de eliminatorias con un viaje al icónico estadio Maracaná. Será un regreso a donde todo comenzó para el entrenador Scaloni y un momento cumbre en la lucha por la clasificación al torneo que todos anhelan.
