Ciertos analistas afirman que el PRO cae en las encuestas debido a su pelea interna. Sin embargo, quizás la razón del declive sea el endurecimiento de su discurso, mirándose en el espejo del crecimiento de Javier Milei.
Quizás el problema del PRO no sea la interna, sino el endurecimiento de su discurso |
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“Algunos analistas señalan que el PRO está bajando en las encuestas producto de la pelea interna entre sus candidatos. Aquí tenemos una opinión diferente. Vamos a analizar estos discursos y tratar de desarmar esta idea”, introdujo Jorge Fontevecchia en la apertura de Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), del martes 16 de mayo de 2023.
Federico Tiberti, por ejemplo, dijo que, “si bien la marca ‘Juntos por el Cambio’ pudo mantenerse a salvo de las reyertas intestinas de sus dirigentes arriba de los 35 puntos, a partir de diciembre pasado, la curva experimentó un fuerte declive en los últimos sondeos, que coinciden en ubicarlos entre los 25 y los 30 puntos”.
Otra analista, Mariel Fornoni, Socia Directora de Management and Fit, advierte que “las peleas y las diferencias al interior de la coalición opositora impactan negativamente en la opinión de la gente”, y agrega que “el estancamiento de Juntos por el Cambio no puede atribuirse solo al crecimiento de Milei”.
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Desde este programa, tenemos la opinión inversa. Creemos que la razón de que bajen en las encuestas no es que se peleen entre ellos, sino que, al mirar a Javier Milei y su crecimiento en las encuestas, endurecen su discurso y exponen un ajuste cada vez más duro, asustando a sus posibles votantes.
Al exponer el ajuste de esta manera, una gran parte de la población siente más miedo al remedio que a la enfermedad, aún a pesar de la grave enfermedad que tenemos, con una inflación de 120%, pobreza, etc. Probablemente, lo que ocurrió en las elecciones provinciales indique que la gente piensa, como aquella frase de las abuelas, “más vale malo conocido que bueno por conocer”.
Como bien señala Jaime Durán Barba, en la historia moderna de los partidos y las coaliciones, nunca nadie ganó una elección proponiendo ajuste. Creer que la pérdida de intención de voto en los sondeos tiene que ver con las peleas internas, puede ser un grave error de cálculo del PRO.
“Yo no conozco ningún candidato en el mundo que haya ganado una elección diciendo que hay que ajustar los cinturones, la gente no quiere que le quiten cosas”, explicaba el analista y exasesor de Macri entrevistado en el programa Periodismo Puro.
El 27 de marzo, en este mismo programa, Durán Barba decía que “la sensatez es lo que le permitió a Macri ganar en 2015, ajustadamente, por menos de dos puntos, y la sensatez es lo que le permitió gobernar bien la Ciudad de Buenos Aires. Cuando un presidente cree que es cuestión de ser duro y anunciar los cambios en una rueda de prensa, le ocurre lo que a Pedro Castillo en Perú, que clausuró el Congreso, el Poder Judicial, y en 48 horas estaba preso”.
Jaime Durán Barba señala que Macri ganó practicando la sensatez, que es justamente lo que ahora Macri cree que no debe hacer.
Por las mismas fechas que Durán Barba daba estas declaraciones, Macri renunciaba a su candidatura y, en el marco de una entrevista, afirmaba: “El buenismo que practiqué en el 2015 no se aplica hoy, porque el estado de deterioro de la Argentina es mayor”.
“Buenismo”, evidentemente, es una palabra que tiene un componente peyorativo. Durán Barba afirma, por el contrario, que fue gracias a ese “buenismo” que Macri pudo ser electo presidente.
El 15 de mayo, Patricia Bullrich afirmaba que, para ella, Juntos por el Cambio puede tener un triunfo contundente en primera vuelta, ya que “la sociedad va a votar el cambio más profundo que se le ofrezca”.
Claramente, el cambio más profundo sería el de Milei, el segundo más profundo sería el de Patricia Bullrich, el tercero más profundo sería el de Horacio Rodríguez Larreta. La tesis de Bullrich es la contraria a la de Jaime Durán Barba.
Ante la pregunta de un periodista entre “shock” o “gradualismo”, sin dudarlo, la presidenta del PRO afirmaba: “¡Shock!”. Y lanzaba un desafío: “Vamos a ver qué propuesta gana en las elecciones”. “El día 10 el Congreso tiene quevotar todas las leyes que necesitás y derogar todas las que son una traba y un desastre para la Argentina”.
Dos meses antes, Bullrich manifestaba su interés en tener un acuerdo político con Javier Milei, no electoral, sino un acuerdo luego de llegar al poder para aprobar leyes. “Para nosotros sería importante tener un acuerdo político con los diputados que pueda tener Milei, que seguramente puedan votar los paquetes de leyes de reformas que nosotros llevemos adelante”, afirmaba Bullrich.
Jaime Durán Barba piensa que esta orientación es un error para el PRO. Que, sin quererlo, están inflando y haciéndole la campaña a Javier Milei.
En marzo del 2019, previo a perder su reelección, Mauricio Macri expresaba su intención, de ser reelecto, de ir “en la misma dirección lo más rápido posible”.
Horacio Rodríguez Larreta, en cambio, trata de no expresarse sobre las duras medidas económicas de las que hablan el resto de los referentes del ala dura del pro. El 6 de febrero, esquivando el tema, decía que “la bomba ya estalló, la gente no llega a fin de mes”.
¿Es como dicen Federico Tiberti y Mariel Fornoni, que a partir de diciembre, el PRO cae en las encuestas en función de sus peleas internas? ¿Es esa la causa del declive de Juntos por el Cambio y los triunfos, en mayor proporción que lo esperado, del peronismo en las provincias?
¿O más bien es, como dice Durán Barba, porque endurecen su discurso tratando de seguir la línea de crecimiento de Javier Milei, y en lugar de sumar votos, los restan?
Nos inclinamos por esta última hipótesis. Como bien dijo Jaime Durán Barba: “No conozco ningún candidato que gane una elección diciendo que va a ajustar los cinturones”.
