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MODO FONTEVECCHIA

Gabriela Mansilla: "Después del DNI de Luana se entregaron 2.000 DNI a niñeces trans"

La autora del libro "Yo nena, yo princesa" rechazó las agresiones del presidente a la comunidad travesti trans y desmintió que se practiquen cirugías de cambio de sexo a niños y niñas. 

Gabriela Mansilla
Gabriela Mansilla | Instagram Gabriela Mansilla

Gabriela Mansilla, autora de Yo Nena, Yo princesa y madre de la primera niña del mundo que obtuvo su DNI de acuerdo al género autopercibido, se refirió a la medida que prohíbe la cirugía de cambio se sexo en menores de 18 años y consideró que el discurso del Gobierno ponen en peligro a la comunidad travesti trans. “Instalan una mentira para después destrozar los derechos de una comunidad”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).

Gabriela Mansilla es autora del libro “Yo nena, yo princesa” y mamá de Luana Mansilla, la primera nena trans en el mundo que recibió un documento de identidad que la reconoce como tal.

¿Cómo recibe la decisión del gobierno de prohibir las cirugías de cambio de sexo a menores de 18 años?

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Es muy importante resaltar esto que acabas de decir. Lo que se instaló es que se trata de cirugía a niños, que se amputan los genitales de los niños y de las niñas, y esto no es verdad. La verdad es que sí pueden acceder a una cirugía a partir desde los 16 años en adelante, pero con todo el consentimiento de la familia, del adolescente, del equipo médico. No se dan todos los casos, son excepciones.

Y la verdad es que instalar una mentira para después tomar medidas que tienen que ver con destrozar los derechos de una comunidad es muy preocupante. No solo no se operan ni se mutilan los genitales de ningún niño o ninguna niña, sino que tampoco se hormonizan los niños y las niñas. Todo esto tiene que ver con un proceso personal identitario a partir de los 16 años en adelante, como te decía, con un equipo interdisciplinario de profesionales, con la familia, etcétera.

Y esto les sirvió también para quitar la posibilidad, desde el artículo 5 de la Ley de Identidad de Género, de que las niñeces tengan un documento nacional de identidad y una rectificación de su partida de nacimiento. Esto les entregaba una identidad legítima a través de un DNI, como el que tienen todas las personas, con un nombre. Y la verdad es que pone a las niñeces travestis y trans en un gran peligro.

Cuéntenos sobre Luana y su decisión de transicionar siendo una niña.

No, no se trata de una decisión. No es algo tan lineal ni tan cerrado ni puntual. No es que una niña de 2 años decide hacer una transición junto con su familia. No pasa por ese lado. Es un proceso que lleva un tiempo. Es muy individual, es muy personal. No todas las niñeces lo transitan de la misma manera, pero sí muchas personas, desde la primera infancia, entre los 2 y los 4 años, manifiestan disconformidades con ese sexo que se les asigna al momento del nacimiento.

Si nacés con pene, sí o sí tenés que ser varón, y si nacés con vulva, sí o sí tenés que ser una mujer. Y eso no funciona de esta manera. La complejidad de la constitución de la identidad de las personas no pasa solamente por los genitales.

Las personas trans existen desde que existe la humanidad. Y lo que hemos padecido son estas planificaciones de exterminio que se dan en determinadas épocas y con determinados personajes. No pasa tanto por ahí. Lo que sí hay que hacer es estar atentos y atentas, como madres, padres, familiares o personas responsables adultas, a lo que esa niñez siente y qué es lo que nos está manifestando.

Hay que acompañar ese proceso amorosamente, responsablemente, más aún cuando teníamos el contexto de la Ley de Identidad de Género, que se peleó y luchó para eso, para acompañar este proceso en las infancias. Se entiende que las personas trans no nacen adultas, que tienen una infancia, y que hubo una historia de criminalización, de odio, de discriminación, de prejuicios. Y por ahí no era el camino.

El camino más saludable, más recomendable, es el amoroso, el responsable, el que acompaña a estas niñeces para transitar cada uno de los espacios que les corresponde por ser una persona, por ser un ser humano. Como es tener su propio hogar, la escuela, un centro de salud, sin toda esa carga de prejuicios que históricamente existió hacia la comunidad travesti.

Gabriela, entiendo perfectamente, pero me gustaría que usted cuente a nuestra audiencia, que no conoce el caso de Luana y su libro Yo nena, yo princesa, que nos pudiera hacer una síntesis de ese proceso.

Luanita manifestó ser una niña a los 2 años. Ella nació con pene, como su hermano mellizo Elías. Y entre los 2 y los 4 años, realmente pasamos por un montón de profesionales que no sabían qué era lo que le pasaba. A los 4 años, elige su propio nombre y me exige a mí que la nombre de esa manera, no con el nombre que yo le había elegido.

Y vamos a contextualizar: cuando Luana se elige su nombre, era el año 2011. No existía la Ley de Identidad de Género. No se hablaba en este país de infancias trans. Y cuando Luana cumple 5 años, se aprueba la Ley de Identidad de Género en Argentina. En el año 2013, un año después de una lucha tremenda porque era una batalla cultural enorme, logramos que a ella le den el DNI.

Esto salió en todos los medios de comunicación. Fue la primera niña trans que obtuvo un DNI sin instancia judicial, a nivel mundial. Y, en base a eso, después de la visibilidad del DNI de Luana, hubo más de 2.000 DNI de niños y niñas trans. O sea, esto quiere decir, y marca un hito en la historia, porque las niñas trans existen y existieron siempre. El tema fue que nadie pudo abrazar ni entender ni escuchar lo que esa niñez nos quería decir.

El Gobierno anunció la modificación de la Ley de Identidad de Género

En base a eso, escribí un libro llamado Yo nena, yo princesa. En el año 2021, en plena pandemia, se estrenó en los cines una película inspirada en ese libro, y sirvió para informar. Sirvió para muchas escuelas, se instaló un tema por primera vez en la cinematografía mundial: una niñez trans interpretaba la historia de Luana. Entonces avanzamos un montón en esta protección para las niñeces.

Y esta decisión del presidente lo que hace es tirar para atrás esta lucha que nos ha costado muchísimas vidas. Hoy hay un montón de familias, miles de familias en Argentina, preocupadas y desesperadas porque sus hijos e hijas están en peligro. O sea, tienen que caminar por la calle, tienen que estar en un barrio con los vecinos, tienen que ir a la escuela.

Y el señor presidente de la nación diciendo que esas nenas son hombres o que esos nenes son mujeres, y además quitándoles la posibilidad del derecho a acceder a un DNI y a que les adolescentes accedan a un tratamiento hormonal si es que lo necesitan cuando son mayores de 16 años.

O sea, es una señal de alerta. Y ojalá la población, no importa si entiende la diferencia o no, si trans, si travesti, si se puede o no se puede… Hay que tomar conciencia de que esto existe y de que hay niños y niñas en peligro.

Claudio Mardones (CM): El gobierno anunció que se va a eliminar el financiamiento estatal para los tratamientos de cambio de género en personas mayores de edad. ¿Qué le parece esta medida?

Es que todo lo que este gobierno está decidiendo afecta a los derechos humanos. No hace falta solamente hablar de la comunidad travesti trans, hablemos de los jubilados, hablemos de los trabajadores, hablemos de toda la gente que está desempleada, hablemos del sistema de salud, de quitar a la Argentina de la Organización Mundial de la Salud.

Hay medidas despiadadas y perversas, medidas que no sé por qué el pueblo las está permitiendo. ¿Qué está pasando? ¿Por qué no nos estamos moviendo? Porque los derechos que una persona tiene, a vivir, a transitar, y que el Estado debe hacerse responsable. Mucho más aún con una comunidad que ha tenido abandonada y criminalizada durante décadas y décadas. Y también, no te olvides que está quitando la posibilidad del acceso a un empleo formal a través de la ley de cupo laboral travesti. Porque hemos arrojado a la comunidad travesti a la calle por todo esto que te vengo contando.

Entonces, cuando existen gobiernos y decisiones que otorgan mínimamente la posible reparación, o por lo menos están escuchando o atendiendo la demanda y la urgencia, imaginate: vos estás hablando de más de 500 mil personas en tratamiento. Bueno, ¿qué van a hacer todas esas personas?

CM: Vos remarcas que un niño o una niña no es un adulto para tomar esa decisión. Pero en este caso estamos hablando de una política pública que impide que, cuando ya llega el momento de la adultez, de tomar la decisión, y existir esa posibilidad, tampoco lo tenga.

O sea, imaginate que están prohibiendo algo que no existe, que son las operaciones, las cirugías y la hormonización en menores. O sea, levanta la mano para prohibir algo que no existe, que no se hace. Es tan ilógico y es tan directo el ataque, y es tan obvio lo que quieren hacer, que indigna, indigna y nos pone en peligro.

Lógicamente va a haber una respuesta y va a haber una consecuencia. Yo no creo que todas las organizaciones nos quedemos de brazos cruzados ante esto. Sin ir más lejos, el sábado pasado convocamos a una marcha multitudinaria en todo el país. Fue una marcha federal, se levantó para decir: “¡Basta! ¡Basta, Milei! ¡Basta con tus dichos! ¡Basta de tanto odio! ¡Basta de tanta perversión! ¡Basta de este castigo!”

No podés, con tanta liviandad y sin creer que hay una consecuencia, acusar y decir, por ejemplo, lo que dijo de las personas homosexuales, que son pedófilas. O sea, es una barbarie. No resiste análisis. Mi cabeza y mi corazón, que está lleno de amor, no resisten análisis a las medidas que está tomando el presidente.

Gabriela, me gustaría compartir con la audiencia tu propia historia personal. O sea, escucho tu sintaxis y te encuentro claramente con una persona formada. No sé si en letras, o en derecho, o en alguna ciencia social.

En la vida, en la vida, en el amor a mi hija, absolutamente. En eso estoy formada. Ninguna otra cosa más.

¿Y a qué te dedicas?

Yo en este momento estoy trabajando en el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Provincia de Buenos Aires, pero hasta que me emplearon, vendía pizza desde el patio de mi casa.

Y lo que a mí me hizo salir a la calle, lo que a mí me hizo formarme, como vos decís, romperme la cabeza y el cuerpo en mil pedazos, inventando y creando lo que no existía para mi hija y para otras niñeces, es el amor que le tengo a Luana.

Para el cirujano que realizó 1300 operaciones de cambio de sexo, "la modificación de la ley es totalmente arcaica"

Y que esté tan manipulado y tan vapuleado este amor que todas las familias tienen por sus hijos y sus hijas, y este cuidado para las niñeces, es realmente preocupante. Porque de lo único que se trata acá es que los niños y las niñas tengan una vida digna, tengan una infancia no condenada ni violentada, ni que les prohíban el acceso a los lugares.

¿Vos te imaginas lo que es para una nena que tiene pene, o un nene que tiene vulva, ir al baño de la escuela? ¿Alguno de ustedes se puede imaginar la violencia con la que la sociedad se maneja hacia nuestros hijos y nuestras hijas? Si no estamos nosotras, las familias, para defenderlos y cuidarlos, si no está la propia comunidad travesti trans diciendo qué es lo que no hay que hacer. Destrozaron sus vidas. Nosotras, las familias, no vamos a permitir que destrocen la vida de nuestros hijos..

¿Qué edad tiene Luana ahora?

Ahora, Luana tiene 17 años. Este año termina la escuela secundaria. Nos ha costado, y le ha costado, muchísimas lágrimas y muchísimo dolor de sobrevivir. No vivimos como el resto de las familias, sobrevivimos a la cantidad de ataques cotidianos que devienen de los prejuicios.

Luana lo tomó, se angustió muchísimo. Yo les contaba otro día, di casi 20 entrevistas y hace mucho tiempo que no veía ojos tan tristes en mi niña, de desesperación. ¿Viste? Decir: “¿Y ahora qué hacemos, mamá? ¿Qué vamos a hacer?”

Los ojos de desesperación de su hermano mellizo diciéndome: “Yo tengo miedo, tengo miedo por ti, tengo miedo por Luana”, porque esto lo único que hace es instalar más odio en aquellas personas que por ahí no estaban de acuerdo. Y que, en realidad, no tenés que estar de acuerdo, o no. No tenés que creer, o no tenés que respetar. Respetar la existencia de la otra persona, respetar cómo quiere vivir, respetar lo que siente.

Mis derechos terminan cuando empiezan los tuyos. Bueno, somos seres humanos. Entonces, cada cual tiene derecho a vivir de manera libre y de manera digna. Y todo esto lo único que hace es entorpecer tanta lucha, tanto camino recorrido, y tanto que quizás se había entendido. El tema de Luana se habló en las universidades. Esto no es por debajo de la mesa.

El tema de Luana no solo es una película, es un libro, es una lucha, es una historia. Se tomó en las universidades, en las facultades, en las escuelas. Se aprendió muchísimo de lo que había que hacer con una niñez trans, y ahora, desde las más altas manos, las alzan únicamente para seguir castigando.

Te iba a preguntar cómo lo tomó el hermano, pero ya lo has respondido. Me gustaría saber cómo lo tomó el padre de Luana.

El hermano mellizo de Luana, Elías, tiene autismo, tiene Asperger. No te das una idea de lo que a mí me está costando sacar a mi hijo de eso, de la preocupación y del miedo que tiene por su hermana. Tenemos comunicación con el papá de Luana, también está muy preocupado, a disposición, luchando, apoyando y padeciendo, tratando de proteger a Luana como puede.

Toda la familia estamos tratando de proteger a Luana. Pero, además de Luana, hay un montón de niños y niñas que quizás no tienen una familia como Luana. Muchas mamás no tienen acceso a salir en una entrevista de radio para decir “Tengo miedo por mi hija.”

El mensaje tiene que ser colectivo. El mensaje no es solamente Luana. Ella es referente del país, pero la verdad es que hay un montón de niños y niñas. Muchísimas familias me escribieron ayer, explotaron mis redes sociales para decirme: “¿Qué hago ahora? ¿Qué hacemos? ¿Cómo hace sin su documento? ¿Cómo hace para el tratamiento que había empezado? Tenemos miedo, ¿y ahora qué vamos a hacer?”

Y las respuestas yo no las tengo todas. Porque acá, quien tiene que dar una respuesta es el presidente de la nación. Las medidas que toma por cada sector que está perjudicando, bueno, todo ese sector se levanta a decirle “¡No, basta!” ¿Qué es lo que no está escuchando?

MC