Néstor Grindetti, actual intendente de Lanús, habló con Jorge Fontevecchia para Radio Perfil acerca de su mirada de la grieta en la Argentina.
-Hablábamos con el intendente de Rosario, quien participó de esta reunión de distintos dirigentes de las dos coaliciones en la casa de Urtubey en Jujuy. Él decía que había una lógica del AMBA de la grieta, que en el interior la proximidad a problemas más concretos tendía a que la gente pudiera entenderse más. ¿Cuál es tu visión de la polarización y de la posible salida de la grieta en un futuro?
-Yo soy un crítico feroz de la grieta y trato por todos los medios que se achique. La esencia de la política es el diálogo, la tolerancia y el tratar de encontrar ideas promedio entre lo que piensa uno y otro. Si la grieta se convierte en especulación electoral, y ganás por un voto, la gobernabilidad es muy complicada. Yo noto varias grietas y me parece que eso no es bueno y la situación está produciendo un alejamiento de la gente de la política. Esto es producto de que el vecino promedio dice: "dejen de rosquear tanto, de mirarse el ombligo, piensen en mis problemas y que a alguno se le caiga una idea".
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-Desde la perspectiva que da Rosario, una ciudad importantísima pero aquejada por niveles de violencia superlativos, Pablo Javkin decía que no veía que el escenario político del año próximo sea la repetición del actual, es decir, dos colisiones mayoritarias ya que entre ambas suman el 80% de los votos: el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. ¿Vos tenés esa perspectiva de que este sistema de la polarización puede estar entrando en una obsolescencia y derivar o en un especie de dictadura monopartido o un acuerdo de los dos principales partidos?
-Lo que veo es una profundización de la dicotomía entre populismo berreta y democracia republicana imperfecta. Esto es producto del alejamiento de la política su conjunto de la gente, veo aparecer un fenómeno que es antisistema, que por derecha o por izquierda le pega a la política y se muestra como una alternativa comprensiva de los problemas de la gente, pero son vertientes más personales. Uno no ve un equipo detrás de todo eso, como debe tener alguien que aspira a manejar el poder a nivel nacional.
-Yendo a la provincia de Buenos Aires en particular, Joaquín de la Torre presentó un proyecto de adelantamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires. ¿Estás de acuerdo? ¿Creés que va a ser factible?
-Siempre dije que la elección de la provincia de Buenos Aires, junto con la nacional, provoca que no hablemos de los temas de la provincia y la campaña se termina nacionalizando. Sería bueno que Buenos Aires eligiera a sus autoridades separadaos de la Nación. Es una decisión no sobre la elección que viene, porque suena a especulación electoral. Y también está el tema de los costos. Las elecciones tienen que ser separadas, no éstas, sino las próximas. Estoy de acuerdo conceptualmente, se puede tomar una decisión sólo especulando porque nos conviene. Dejemos la elección como está y comprometámonos que la siguiente sea desdoblada. Es una solución de fondo y zafamos de una especulación.
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-Probablemente se plantea que el Frente de Todos y el presidente Alberto Fernández lleguen a elecciones en unas condiciones no muy competitivas electoralmente. Al oficialismo bonaerense puede convenirle desdoblarlas y, al revés, a quién no le convenga es a Juntos por el Cambio. Por eso sorprende que sea el propio Joaquín de la Torre quien lo proponga y no alguien del kirchnerismo. ¿Qué reflexión te merece esto?
-No leí el proyecto, no puedo opinar porque no hablé con él para saber los motivos. El problema es cuando se presenta el análisis coyuntural. Si Cristina Kirchner se presenta como candidata a senadora, uno supondría que a los candidatos del Frente de Todos de la provincia les convendría ir juntos porque se supone que ella ayudaría a levantar la provincia. Es demasiado especulativo tomar la decisión en este momento y además con un nivel de incertidumbre muy grande porque no se sabe quiénes son los candidatos.