Este encuentro estuvo lleno de emociones y, en su desenlace, Racing necesitaba ganar por diversas razones. Por un lado, querían brindar alegría a su gente, lo que está descontado. Por otro lado, buscaban consolidar, al menos hasta fin de año, la dupla interina que ha estado dirigiendo al equipo, compuesta por Sebastián Grazzini y Ezequiel Videla.
En cuanto a Boca, matemáticamente, esta era una de sus últimas oportunidades para soñar con llegar a los cuatro primeros de su zona en este torneo y mantener aspiraciones de ganar la Copa de la Liga. Esta derrota representa la quinta en 10 partidos para el equipo de Jorge Almirón.
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A pesar de que el entrenador dispuso a jugadores que generalmente no son titulares, esto plantea varios interrogantes.
En particular, las lesiones de Benedettoen el aductor de la pierna izquierda y de Valentini en el gemelo izquierdo plantean dudas sobre su participación en el partido del 4 de noviembre contra Fluminense en la final de la Copa Libertadores de América.
Aunque es cierto que Benedetto está en desventaja en comparación con el rendimiento de Merentiel como acompañante de Cavani en el ataque, todavía es un referente importante. Sin embargo, su lesión pone en duda si continuará siendo una alternativa.
La lesión de Valentini es aún más delicada, ya que parecía estar ganando terreno como defensor central en el equipo. Esto plantea la pregunta de si Almirón arriesgará a los titulares. Es una decisión que deberá tomar en las próximas horas.
Este es un momento crítico para Boca, que está jugando partidos mientras piensa en otro que aún no ha llegado, la final contra Fluminense.
Por otro lado, Racing logró la victoria en un partido lleno de emociones, y Emiliano Vecchio, quien regresó después de un año, fue la figura destacada. Después de la victoria, Vecchio expresó: "Creo que fui muy afortunado a lo largo de mi vida, desde mi infancia, que me tocó salir adelante, y esta no iba a ser la excepción".
Aunque Boca muestra solidez y convicción en la Copa, su desempeño en el torneo local es completamente diferente. La irregularidad y volatilidad de Boca a lo largo del año son notables. Este torneo local es un reflejo de esa inconsistencia. En el 50% de los partidos del torneo, Boca ha salido derrotado, lo que descarta cualquier aspiración de pelear por el título en este torneo.
En el caso de Racing, la victoria da esperanzas y les permite soñar con la clasificación y con un proyecto para el próximo año.
