OPINIóN
Universidad del Salvador

Agilidad y Big Data: lo que abunda no daña, pero complica

La competitividad de las organizaciones depende cada vez más de la agilidad organizacional que, además de tecnología de avanzada se respalda en tres leyes de oro. Cuáles son.

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Diversidad generacional: cómo se adaptan las empresas en un mercado con mucha competencia | TELAM

Las metodologías ágiles nos permiten evolucionar velozmente en cuanto a la innovación tecnológica y los sistemas de información
La turbulenta realidad actual nos impone diariamente nuevos desafíos, tanto a las organizaciones, como a quienes las integramos. La creatividad y la innovación se hacen especialmente necesarias para afrontar esos desafíos. 

De los numerosos intentos de algunos autores contemporáneos para responder a la abrumadora realidad que pone en peligro la competitividad y supervivencia de las compañías, la agilidad aparece como la alternativa más válida. 

Propuestas como la resiliencia organizacional de Gary Hamel, la estrategia del océano azul de W. Chan Kim y Renée Maubourgne y el design thinking de Tim Brown fueron y siguen siendo algunas de ellas, pero la agilidad aparece en escena de la mano con la transformación digital.

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Agilidad y Big Data

Es claro que cuando hablamos de agilidad organizacional, no nos referimos solamente a la velocidad de respuesta, sino a la ejecución de distintas acciones que permiten una adaptación constante al cambio, asociada a la generación de valor. 

Pía María Thoren en su libro “Agile people” la define como una forma de avanzar y crear valor. Thoren agrega: “Es una mentalidad que permite a las personas y los grupos enfrentar los desafíos, aprender rápidamente y responder al cambio.”

Hace tiempo que nos vemos sepultados dentro de una avalancha de información a la que accedemos diariamente, que complica la generación de innovación, a la que llamamos Big Data. Es visible la abundancia de información a la que estamos sometidos, el desafío es la administración estratégica y eficiente de ese caudal de datos en la consecución de las metas organizacionales. 

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En cuanto a la agilidad, la necesidad se generó en las áreas de informática donde se originaron los principios y las metodologías para dar respuesta a la automatización de procesos y la administración de proyectos (las más conocidas son el Scrum, programación extrema XP y Kanban). 

Hasta el momento, el mayor esfuerzo se vio reflejado en la utilización de dichas metodologías, pero esa utilización ¿es suficiente para hablar de organizaciones ágiles?

¿Cómo debemos administrar esa dupla implacable de Big Data y la velocidad conque el cambio y la innovación nos superan? Un verdadero dilema, en el cual deberemos ser realmente ágiles, flexibles y cautelosos en el manejo inteligente y oportuno de tanta información circulante, facilitando la innovación, la competitividad y la resolución de problemas.

 

Agilidad: lo que abunda no daña, pero complica

Es claro que las metodologías ágiles nos permiten evolucionar velozmente en cuanto a la innovación tecnológica y los sistemas de información, navegando simultáneamente las metodologías ágiles y Big Data. Así, pudimos evolucionar desde los chatbots, para acercamiento y resolución rápida de preguntas frecuentes de los clientes, hacia el Chat GPT, el cual permite no sólo responder preguntas más complejas, sino también generar textos a partir de instrucciones básicas.

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En cuanto a la ansiada agilidad organizacional como meta, Stephen Denning definió de manera clara y simple tres leyes para lograrla: 1) grupos pequeños, empoderados y colaborativos  2) trabajo en red, que rompe con la burocracia y 3) la ley del cliente, cuyo poder se incrementa ante la incertidumbre que hace cada vez más frágil la competitividad y supervivencia de las organizaciones.

Ahora bien, para resultar airosos en la consecución de la tan ansiada agilidad organizacional, no bastará simplemente con seguir las leyes de Denning.

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Lograr su cumplimiento implicará cambios importantes, y dichos cambios generarán incertidumbre y dudas en las personas, por lo cual será imprescindible una buena gestión del cambio en la cual el entrenamiento e información serán fundamentales.

¿En su organización están asegurando la adecuada gestión de las personas para lograr esa agilidad?


*Lic. Profesora de Cambio organizacional e innovación; Posgrado de RRHH- USAL/SUNY.