Casi todos los años desde 2006, el Foro Económico Mundial publica el Global Gender Gap Report (GGGR), un ranking que, en su última edición, difundida a mediados de junio de este año, monitorea el progreso de 146 países hacia el cierre de la brecha de género a lo largo del tiempo. El puntaje de cada país, que va del 0 como brecha absoluta al 1 como paridad total, es el promedio de cuatro dimensiones, cada una con sus propias variables: participación y oportunidades económicas; nivel educativo; salud y supervivencia; y empoderamiento político.
El reporte de este año le otorga a la Argentina un puntaje de 0.772, con una brecha de género similar a la que existe en Barbados (0.773), México (0.768) y Eslovenia (0.766). Con este resultado el país alcanzó la posición 32ª en la tabla global, una mejora de cuatro posiciones respecto a 2023 (36ª), aunque todavía lejos de la mejor posición alcanzada hasta ahora (24ª en 2009). El dato más relevante es que el puntaje obtenido en esta última edición es el que más se acerca a ese 1 ideal que representa la paridad total de oportunidades entre hombres y mujeres desde 2006.
La mayoría de los medios de comunicación que han abordado esta noticia señalan que la mejora se debe a que los datos corresponden a 2023 y, por lo tanto, debe ser atribuida al último gobierno y no al actual. Aunque esto es así con buena parte de los datos de los dominios de participación y oportunidades económicas, nivel educativo, y salud y supervivencia, no lo es para el dominio de empoderamiento político de la mujer: los datos que lo componen, según consta en la metodología del GGGR, corresponden al 1° de enero de 2024. Es decir, con el actual gobierno ya en el poder.
Esta aclaración es importante porque en este dominio la Argentina obtuvo también su mejor resultado desde 2006: 0.459 puntos. Esta categoría se compone de tres variables: porcentaje de mujeres en el Congreso, porcentaje de ministras dentro del Gabinete y cantidad de años de una presidente en el poder en las últimas cinco décadas.
La razón por la que este año la Argentina obtuvo su mejor resultado en este dominio se debe al porcentaje de mujeres en el gabinete de Javier Milei, incluida la canciller: 33,3%. Hasta el 1° de enero de 2024, el gabinete con mayor representación femenina desde que se realiza el GGGR había sido el de 2020, el primer año de gobierno de Alberto Fernández, con el 25%, y el de menor representación el de Néstor Kirchner en 2006, con solo el 8% de sus ministerios dirigidos por una mujer.
Aunque puede parecer contraintuitivo si se tienen en cuenta algunos factores –el más importante es el cierre del Ministerio de la Mujer–, la realidad es que la mejora de la Argentina en el GGGR 2024 debe atribuírsele al actual gobierno. Es difícil determinar si ello responde a algún plan deliberado, pero esos son los números y sus resultados. No obstante, y como ejemplo de lo mucho que podrían cambiar las cosas en el futuro, una de las variables que considera este índice es el derecho al divorcio, un tema sobre el que algunos funcionarios del gobierno actual han expresado una opinión desfavorable. Todo lo que sube puede volver a bajar, sobre todo en un país como el nuestro.
Al tratarse de un porcentaje, la discusión acerca de la cantidad de ministerios pierde peso: lo que importa es cómo está distribuida la cuota de poder. Lejos de la impronta discursiva que cada gobierno argentino de 2006 para acá haya querido imprimirle a este tema, para el GGGR el de las ministras es un dato relevante porque se trata de aquello que cualquier gobierno puede mejorar con una sola cosa: voluntad política.
* Director de Análisis e Investigación en gormanlee.