Debido al aumento de la expectativa de vida, la proporción de personas mayores está aumentando rápidamente. El envejecimiento de la población puede considerarse un éxito de las políticas de salud pública y el desarrollo socioeconómico de los países, pero al mismo tiempo representa un desafío para toda la comunidad, para asegurar la máxima calidad de vida y la mayor capacidad e independencia funcional de las personas mayores, con el menor costo socio sanitario. Las patologías neurodegenerativas en general y la enfermedad de Alzheimer en particular representan un grupo de enfermedades crónicas no transmisibles neurodegenerativas con cifras de prevalencia e incidencia en drástico y alarmante aumento, dejando de ser una situación silenciosa para pasar a ser una verdadera “epidemia del siglo XXI”.
Argentina no es ajena al envejecimiento poblacional y en el último censo (Indec, 2010) se registraron 40 millones de habitantes, de los cuales 4 millones (10%) son mayores de 65 años.
Las demencias pueden resultar de una amplia variedad de trastornos: degenerativos, vasculares, traumáticos, desmielinizantes, neoplásicos, infecciosos, inflamatorios, hidrocefálicos, sistémicos y tóxicos. La enfermedad de Alzheimer representa la principal causa en los países occidentales.
La prevalencia del deterioro cognitivo es en nuestro medio del 23% en los mayores de 60 años y la misma aumenta exponencialmente con la edad, así entre 60 y 69 años es del 16%, entre 70 y 79 años del 23% y en mayores de 80 años se alcanza el 42%. Extrapolando estas cifras podemos inferir que hay en nuestro país aproximadamente 1 millón de sujetos con deterioro cognitivo y 600.000 con demencia.
Científicos estudian el impacto de la dieta y los genes en el Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer comienza neuropatológicamente aproximadamente 20 a 25 años antes de que aparezcan los primeros síntomas que habitualmente son los olvidos. En los últimos años se han sido descripto a lo largo de la vida factores de riesgo que aceleran la aparición y evolución de la enfermedad y factores de protección que la retrasan. Los primeros son la edad, los genes, la baja educación y las enfermedades cardiovasculares (HTA, DBT, Dislipemia, Cardiopatías, Obesidad, Tabaquismo, Sedentarismo), los segundos son el compromiso social, los hobbies, la dieta, la actividad cognitiva novedosa y el ejercicio físico regular. De todos estos factores algunos son inmodificables como la edad y los genes que contribuyen al 65% del riesgo y el resto son modificables y responsables del 35% de la carga de enfermedad.
En el año 2015 se publicó el primer trabajo de Intervención multimodal realizado en Suecia durante dos años con dieta, ejercicio, entrenamiento cognitivo y control de los factores de riesgo vascular (Finger) demostrando una mejoría de las funciones cognitivas en los sujetos incorporados al proyecto. Posteriormente se desarrollaron otros trabajos similares en EE.UU (US-Pointer), en Australia (MYB Trial), Singapore (Singer), China (MIND China), y en Europa (MIND-ADmini). Con todo ello en el año 2018 se crea el world-wide Finger como programa global de prevención de las demencias en el envejecimiento incluyendo a los anteriores bajo el liderazgo de Miia Kivipelto (Suecia) y Maria Carrillo (EE.UU) con el soporte de la Asociación de Alzheimer de EE.UU.
Por qué el virus del herpes labial también podría causar Alzheimer
A partir de la reunión de AAIC (Chicago, EE.UU, 2018) se comenzó a evaluar entre los delegados de Argentina, Brasil, México y Colombia la posibilidad de crear un consorcio latinoamericano. En julio del 2019 en la reunión AAIC (Los Ángeles, EE.UU, 2019), se creó el grupo LatAm-Finger o Finger Latinoamericano liderado en nuestro país por el Instituto Fleni. El pasado 31 de octubre se realizó en Fleni la primera reunión de lanzamiento del programa con la asistencia de 40 delegados de 14 países latinoamericanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana y Uruguay), y el asesoramiento de las Dras. Miia Kivipelto (Suecia), Laura Lobato (USA). La Dra Devora Kestel (Directora de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud) presentó las Guías de Prevención de Demencia que publicó este año la OMS. Durante dicha reunión se discutieron las características del protocolo LatAm FINGER de evaluación e intervención con la armonización y adaptación correspondiente a cada uno de los países involucrados. Dicho protocolo esta dirigido a sujetos de 60 a 77 años en riesgo de desarrollar deterioro cognitivo. Como intervenciones se efectuarán evaluaciones y control de los factores de riego vascular, dieta tipo mediterránea, entrenamiento cognitivo a través de un programa informatizado de rehabilitación y actividad física cuatro veces por semana. El período de reclutamiento se iniciará en 2020, durará un año y la intervención multimodal tomará un nuevo año. Se incorporarán 100 pacientes por país llegando a un total de 1400 sujetos. Los objetivos primarios del trabajo serán evaluar la factibilidad y efectividad de la intervención para la prevención de deterioro cognitivo.
Toda esta problemática ha llevado a que la Organización Mundial de la Salud publicara en 2012, en conjunto con la Asociación Internacional de Alzheimer, el reporte "Demencia: una prioridad en la Salud pública", en el que se destaca la importancia de implementar acciones dirigidas al manejo de este flagelo. El período llamado envejecimiento es actualmente 1/3 parte de la vida y la prevención en la juventud debe ser en los próximos años uno de los pilares fundamentales de las Políticas de Salud para mejorar la calidad de vida y lograr la mayor independencia funcional de las personas mayores.
*Director de Investigación y Docencia de Fleni.
