OPINIóN
Análisis

Sputnik V: "la Betty, la fea" de las vacunas

Parafraseando al personaje se nos presenta un culebrón donde se denosta a Betty la Rusa (Sputnik V), imponiendo a la Chicas Superpoderosas: Pfizer, Moderna, Astra Zéneca, y varios personajes de un elenco más amplio.

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La vacuna Sputnik V. Las primeras 300 mil dosis comienzan a aplicarse en el país. | shutterstock

A fines de los años ’90, una novela colombiana irrumpió en las tardes televisivas relatando las peripecias de una mujer joven, con escasa belleza y atractivo. Betty sufría un permanente acoso y desinterés por parte de otras protagonistas con las que necesaria y objetivamente se comparaba. Era la trillada tensión entra la fea y las lindas, la poco atractiva y las reinas del sex appeal. Supo preguntarse Betty:“¿todo en este mundo se reduce a calificar por lo que se ve y se considera dentro de un modelo de belleza?”

Es así que hoy, parafraseando a Betty, se nos presenta un culebrón donde se denosta a Betty la Rusa (Sputnik V), imponiendo a la Chicas Superpoderosas: Pfizer, Moderna, Astra Zéneca, y varios personajes de un elenco más amplio: Sinovac, Sinopharm, Janssen, CansinoBio, Curevac, entre otras 100 vacunas en estudio.

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Dejando a un lado esta competencia de imágenes, cabe aclarar algunas cuestiones técnicas propias de la epidemiología. Por un lado, cabe recordar que pandemia es sinónimo de transmisión o contagiosidad. No es virulencia o capacidad de daño. Ante cada pandemia corresponde a la autoridad sanitaria establecer la inmunidad poblacional, vulgarmente denominada inmunidad de rebaño. Se trata del porcentaje de la población que presenta anticuerpos contra el virusa raíz de su adquisición por infección, contaminación o, una vez desarrollada, a través de la esperada vacunación. En este caso del coronavirus, se manejan cifras que oscilan entre el 60-70% de la población. Para conocer el estado inmunitario de la población se realizan los testeos de diagnóstico de reacción inmune, a través de los cuales se determina la existencia de anticuerpos en sangre.

Las vacunas, como terapias generadoras de anticuerpos, deben cumplir tres parámetros: 1) Seguridad (que no dañe); 2) Eficacia (que sirva para la formación de anticuerpos y la memoria inmunológica contra ese germen); y 3) Efectividad (grado o porcentaje de cobertura logrado). Para establecer este último parámetro resulta indispensable considerar la conservación (transporte, guarda y disposición), la resistencia (cuánto tiempo se mantiene fuera de las condiciones de conservación), la energía e insumos descartables y la capacidad de aplicación de cada país en particular.

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Expuesto el problema técnico, conviene aclarar que la geopolítica ejerce influencia en la ciencia, y que de la oferta planetaria de vacunas no todo pertenece al universo anglosajón (Estados Unidos y sus satélites europeos). También existe un grupo chino, un grupo ruso, otro indio, cada uno con impacto en centenares o miles de millones de seres humanos.

Nuestra cultura y educación latina orbita dentro del universo anglosajón. En Argentina, las aprobaciones y definiciones de ANMAT adhieren inconfundiblemente a la Food and Drug Administration (FDA) de USA, o la European Medicines Agency (EMA), versión de la FDA en el viejo continente; y a publicaciones en revistas e instituciones científicas, como la prestigiosa “The Lancet”, de la Universidad de Oxford, o algunas de su tipo.

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Cuando la solución propuesta no forma parte de este universo, ¿podemos concluir que no existe o es nociva? Definitivamente no. China y Rusia disponen de instituciones científicas y tecnológicas de primer nivel. El Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, fundado en 1891, es una de esas instituciones prestigiosas. Participó en la investigación y desarrollo de vacunas utilizadas en epidemias anteriores como el SARS (2003), Ébola (2009) y el MERS-CoV (2011).Asimismo, pocos días atrás, firmó convenio con Oxford/Astra Zéneca para el ensayo conjunto de sus vacunas. Por su parte, China cuenta con el Instituto de Productos Biológicos, Instituto Científico Militar. La India también tiene centros de altísima calidad, como el Serum Institute, el mayor fabricante mundial de vacunas. No son menos por no formar parte del mundo anglosajón, que tampoco suele publicar sus estudios e investigaciones en dichos bloques geopolíticamente antagónicos. Y un dato no menor: vacunaron a sus Ejércitos y Personal de Salud, todo un mensaje de confianza. Es así que a nuestro modo de ver todas las vacunas en desarrollo serán seguras y eficaces.

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Si bien el virus no cambia, las geografías que coloniza tienen comportamientos políticos e idiosincráticos diversos, y deben lidiar con infraestructuras o situaciones macroeconómicas distintas. Estas condiciones de efectividad (tercer parámetro enunciado), anteriores a esta delicada coyuntura, son determinantes de la respuesta sanitaria. El sanitarista ha de comprender si navega en abundancia o escasez. En Estados Unidos y Europa disponen de dinero, movilidad, energía, estadísticas, seguridad y logística abundantes. Por eso pueden diseñar una estrategia que establece prioridades en base a riesgo por exposición, por preexistencias o por edad. Por el contrario, nuestro país, con casi la mitad de la población bajo la línea de pobreza, carece de esos activos determinantes para estas situaciones extremas. Con déficit estructural, sin un fondo anticíclico, con emisión monetaria como principal fuente de financiamiento, red caminera deficiente y dificultades en el aseguramiento de la cadena de frío le resulta mucho más difícil establecer prioridades. Argentina navega en la escasez y cuando se cierne la tormenta, pierde a los más postergados. Prácticamente la mitad de la población en villas y asentamientos del país se originó a partir de la crisis 2001.

En resumen, todos los bloques políticos y sus respectivos actores cuentan con avales suficientes en términos de seguridad y eficacia. Por eso creemos que preguntarnos cuál vacuna es mejor (la denostada Betty o las Superpoderosas) parece desviar el problema de fondo.

 

* Jorge Luis Cornet. Especialista en Dirección de Sistemas de Salud. Pablo Roviralta. Presidente Fundación Tejido Urbano.