OPINIóN
Política

El todo importa más que las partes

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CABA. Elegir legisladores busca la representación proporcional de todos. | cedoc

De acuerdo con una acreditada y muy difundida versión académica aplicada a la terapia psicoanalítica Gestalt, el principio básico de la percepción es que el todo es más que la suma de las partes. 

Si sumamos las partes surgen elementos que mirando parte por parte no eran percibidos.

Y en la acción política, la que tiene por objetivo real y final a la ciudadanía y la generación, organización y sostenimiento de políticas públicas que estén destinadas al bienestar general, también el todo es más importante que las partes.  

Esto es así porque sólo con un proyecto colectivo se pueden potenciar las partes que lo conforman para que cada integrante sea mejor de lo que podría ser actuando solo, y esa sinergia, a su vez, beneficie al conjunto.

En eso creemos en el peronismo y por eso integramos el Frente de Todos, más que un nombre, una denominación de origen nacida y criada en el terreno de la solidaridad y en la preocupación por el Otro, por todos los otros, sin distinciones socioeconómicas, sin prejuicios, sin exclusiones, sin clasismo, sin odios, con respeto por las diferencias y sin avances sobre las libertades.

Juntos somos mejores, porque el individualismo sin un destino general se agota en primera instancia y ese “aislamiento social” siempre favorece a los que ejercen el poder para unos pocos. 

Estas elecciones legislativas a las que nos aproximamos, significan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) una posibilidad de seguir haciendo crecer este postulado que representamos de pensar por y para todos, una necesidad que en esta etapa trágica de la pandemia evidenció, como nunca, que como dice el papa Francisco “nadie se salva solo”.

En CABA, elegir legisladoras y legisladores tiene en esta ocasión, nuevamente, como hace dos años, un doble propósito: la representación proporcional de todos, por supuesto, y ejercer control sobre un gobierno que ha evadido el debate de cada decisión importante para la vida de las y los porteños, amparado en una mayoría automática que convierte en un trámite burocrático de rápida resolución lo que debería ser un examen exhaustivo de lo que pretende hacer.

El debate legislativo exige transparencia. Un montón de manos levantadas a favor a priori, sin revisión ni discusión, opaca, oculta, esconde, desinforma.

Y el costo lo paga la ciudadanía, porque la parte del presupuesto de CABA que se gasta para beneficio de unos pocos significa que hay mucho que no se hace por la gran mayoría.

Sobreabundan los ejemplos. Privatizaciones de tierras públicas, prebendas para empresas amigas, negocios espurios, partidas de fondos sin explicación… todo “avalado” por leyes que pasan de largo a libro cerrado.

Por eso es importante que antes que por un nombre o por una imagen construida a fuerza de marketing, cobertura mediática y pauta publicitaria, las y los habitantes de la Ciudad tengan la opción de votar por un proyecto que los tenga como destinatarios únicos.

Ya dimos hace dos años un paso muy importante al alcanzar el 35% de los sufragios en CABA. 

Desde entonces, no sólo nada ha variado en el comportamiento del oficialismo que representa Larreta, sino que por el contrario se han acentuado sus políticas para pocos y el avance sobre lo público cada vez más confundido con lo privado. 

El Frente de Todos es la posibilidad real de que, definitivamente, todas y todos los porteños sean, juntos, más importantes que ninguna de las pocas partes que hoy se benefician. 

*Diputada Nacional por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Frente de Todos).