OPINIóN
Guerra en Europa

Los niños y los adolescentes tienen derecho a ser criados en la verdad

Independientemente de su edad tendrán que recibir respuestas a lo que se animan o no a preguntar que es la guerra y si es posible que esto suceda. El camino no es ignorar. Tampoco hacer como que nada ocurre.

Nene triste
Niño | SHUTTERSTOCK

Aunque la invasión ocurre a miles de kilómetros de distancia, a veces de nuestras casas o si ocurre al lado, es real. La guerra llega siempre, penetra en nosotros.

Todos somos  Ucrania, Siria, todos los países y ciudades en guerra, pero mucho más en la niñez o la juventud, la señal de que hay una amenaza, de que algo está pasando, que hay riesgo, que hay dolor, que hay personas, que no pueden acordar y van entonces a la guerra, a veces y muy a menudo parece no poder ser apropiada la idea o dimensión de lo que se trata.

Hay evidencia de que la exposición remota a eventos violentos puede afectar la salud mental y mucho más en los más pequeños, tan solo con escuchar palabras sueltas como ‘bombardeo’ o ‘guerra’ pueden angustiarse. Ayudarlos a digerir la información es fundamental, independientemente de la edad. 

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La pura verdad

Los niños y las niñas pueden verse severamente afectados por las imágenes de países devastados por la guerra, o por las imágenes de animales quemados,como es los incendios en Corrientes.

Imágenes que a los adultos nos dan algo de conciencia de lo que está pasando, pero a ellos, les aterra ver, porque no comprenden si no se habla, qué es lo que se ve, de aquí la importancia de ayudarlos a procesar las noticias, lo que sucede en el país o en el mundo.

Es también importante en la adolescencia entender que de no hablar de los sucesos que acontecen, puede provocar sufrir ansiedad o angustia. Puede sumar preocupación, miedo, ansiedad y rabia no entender porque a ellos no se les cuenta y ayuda a ver aquello de lo que deberíamos cuidarlos, que es de no entrar en guerra, si no mas bien, encontrar la solución al conflicto.

El mundo está en guerra, créanme, no solo Ucrania, varios países siguen en guerras, nosotros en Argentina tenemos otro tipo de guerras, los incendios, el hambre, el mundo sigue en pie de guerra con el Coronavirus.

Para toda la humanidad, debería la guerra ser lo más primitivo, parece mentira que el siglo 20 comenzó con guerras y continúa hoy el flagelo de la guerra. Para todos los niños y niñas de resto del mundo, que de algún u otro modo se enteran de lo que allá ocurre, es también enfrentarse a escuchar o ver violencia, también es sentir miedo a no saber qué es estar en guerra.

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¿Es como en los juegos virtuales, es como en los libros?, ¿como el hombre hoy está en guerra?. Es posible que no entiendan completamente lo que ven. Pueden tener muchas preguntas sobre las imágenes, historias y conversaciones a las que están expuestos en las noticias o redes sociales. Independientemente de su edad tendrán que recibir respuestas a lo que se animan o no a preguntar que es la guerra y si es posible que esto suceda. El camino no es ignorar. Tampoco hacer como que nada ocurre. 

Es súper importante explicar lo que esta pasando porque sino pueden rellenar con fantasías lo que ellos no entienden, lo que no saben o lo que no se les explicó. Muchas veces esas fantasías pueden ser peor que la realidad por todo lo que ven en las películas, por el poder de la imaginación. 

La recomendación es, y depende de la madurez y etapa vital: si son más pequeños, ser más precisos, concretos y claros. Para los más grandes o jóvenes, se puede complejizar la información. 

Podrían no preguntar directamente a los adultos sobre el conflicto. Esto puede aparecer en juegos y entonces es bueno preguntarles qué entienden ellos acerca del porque es una guerra. Es importante ayudarlos a entender esta situación y darles los modelos correctos de interpretación.

Las señales a las cuales hay que estar atentos dependen mucho del niño y la niña, de su contexto y de lo que viva. Se habla de los miedos más comunes por edad, por ejemplo, en los más pequeños es súper común que le tengan miedo a la oscuridad a dormir solos; los jóvenes a acrecentar su idea de que el mundo no sirve o que para qué vivir si todo terminará. De aquí la importancia de hablar, de tener momentos de escucha y de habla con ellos. 

Los adolescentes usan las redes como su ‘espacio libre de adultos’

Françoise Dolto, en el libro de “Los Niños y su derecho a la verdad”, 1988, plantea que el niño nace con la misma necesidad de todos de ser interpretados pero tiene derecho de saber lo que pasa.

La distancia entre lo nombrado engañado y lo real, es grande. No encaja lo nombrado con lo que pasa realmente. Esto es si no se le dice, si se dice una interpretación errónea de la realidad, esto se digiere en forma incorrecta y provoca daño.

Hay que usar la palabra, como mediación entre lo que el sujeto vive y cómo se nombra eso que pasa, de lo contrario , cuando llegue a su adolescencia, estará alterando la realidad. Si no puedo ordenar una realidad adentro de mí, no la puedo nombrar afuera, esto es lo que tenemos que tener claro siempre como adultos. Informar lo correcto, evita la enfermedad o la repetición de los hechos, seguro los que hoy provocan la guerra, no tuvieron padres que le hablaran. 


* Dra Gabriela Renault, decana de la Facultad de Psicología y Psicopedagogía de la Universidad del Salvador.