La tregua transitoria acordada el miércoles pasado entre el ministro de Economía Martín Guzmán y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires Axel Kicillof podría dar un poco de aire fresco al ambiente empresario y al mercado financiero local en esta segunda ola de la pandemia.
Guzmán sabe que desde que asumió es monitoreado por Kicillof y varios funcionarios kirchneristas en todos los temas económicos y financieros. Fue Kicillof, a solicitud de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien frenó al ministro en su intento de reducir los subsidios económicos a través de un fuerte aumento de tarifas que finalmente no prosperó. Tambien le pidió que renegocie con el FMI un acuerdo de Facilidades Extendidas a 10 años con 3 a 4 de gracia para comenzar a pagar los USD 45.000 millones que se deben al organismo. Últimamente desde el kirchnerismo se le encomendó a Guzmán que negocie una especie de waiver con el Club de París con el que la Argentina entraría en default el próximo 31 de julio si no paga los USD 2.400 millones que corresponden al acuerdo secreto que Kicillof firmó en 2014 cuando era ministro de Economía de la Nación.
Lo cierto es que Guzmán y Kicillof han quedado como rehenes de estos acuerdos. El ministro por lo que vendrá en materia de negociación con esos dos organismos y el gobernador por otro problema más complicado desde el punto de vista financiero más allá de tener a su provincia muy complicada en el tema sanitario. Uno de los pedidos de las autoridades del FMI y del Club de París al Gobierno de Alberto Fernández es que Kicillof regularice la situación de default que mantiene la Provincia de Buenos Aires. Este default preocupa no sólo a las autoridades del FMI y del Club de París sino también a los fondos internacionales que tienen en su cartera títulos en default de PBA.
Entre esos fondos, hay varios extranjeros, que entraron en el canje de la deuda pública que cerró Guzmán en septiembre pasado y que se sienten bastante decepcionados por los resultados del mismo. En particular, la caída de los precios de los nuevos bonos argentinos que fueron canjeados. Un punto a favor del Gobierno es que en mayo el precio de los bonos de la Argentina ha comenzado a subir junto con el de las acciones y el riesgo país bajó. De acuerdo a los análisis de research de algunos bancos de inversión extranjeros la mejora estaría relacionada con una posible salida del default de la PBA antes de las elecciones legislativas y con algún anuncio positivo con respecto a las negociaciones con el FMI y el Club de París.
Los tenedores de
bonos provinciales
presentaron dos
demandas en marzo
en Nueva York
Por el momento, las autoridades de PBA informaron a fines de mayo que se postergó nuevamente el plazo previsto para acordar con sus acreedores y tratar de salir del default por unos US$ 7.700 millones de deuda. Se trata de la decimoséptima vez que PBA difiere un canje de su deuda. “La provincia se inclina por tratar de mantener abiertas las negociaciones, que se mantienen en un nivel restringido”, dicen desde el entorno del gobernador. Por su parte, el comunicado enviado a los agentes financieros detalla que “la provincia continúa manteniendo diálogo con los bonistas, entre los que se incluye a los miembros del Comité Ad-Hoc”. El Ministerio de Hacienda y Finanzas provincial anunció la extensión del período de presentación de órdenes para canjear los bonos elegibles por nuevos bonos hasta el día 4 de junio. Buenos Aires es una de las pocas provincias que no han salido del default desde que asumió el gobierno de Alberto Fernández y entró en situación técnica de cesación de pagos el 14 de mayo de 2020 en medio de la pandemia de coronavirus. La fecha de anuncio de los resultados del canje será el 7 de junio de 2021. La fecha de ejecución, la fecha de efectivización y la fecha de liquidación serían dadas a conocer luego del 11 de junio de 2021.
Por su parte, el Comité Directivo del Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos de la Provincia de Buenos Aires ya presentó dos demandas el 22 de marzo de 2021 en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York por incumplimiento en los pagos de intereses. En los escritos judiciales, que representan las series de bonos de 2005 y 2016 por separado, se indicó que en el último año se les debería haber pagado a los tenedores en capital e intereses US$204,8 millones y US$1.900 millones, respectivamente, según cada presentación judicial realizada por los bonistas.
Más allá de la tregua anunciada, hay muchas dudas por parte del kirchnerismo con respecto a los futuros movimientos de Guzmán. El ministro se ha mostrado en los últimos días, a través de una serie de tuits y comunicados, mucho más cercano a Máximo Kirchner y a la vicepresidenta.
Desde el kirchnerismo le facturan el ajuste fiscal que muy sigilosamente realizó en el primer trimestre del año al reducir el déficit fiscal del 4,5% del PBI que figura en el Presupuesto 2021 a un 3%. El kirchnerismo ya le ha solicitado al ministro que gaste algo de la plata que ahorró en esta segunda ola de la pandemia y que también gaste parte de los 4.300 millones de dólares adicionales que podría recibir de ayuda del FMI. El último gesto de Guzmán es su reciente apoyo al gobierno de Rusia en el Foro Económico de San Petesburgo por haber permitido a la Argentina acceder a la vacuna Sputnik V, algo que probablemente no caiga bien al Gobierno de los Estados Unidos, el principal accionista en el FMI con el que el ministro tiene una difícil negociación por delante.