OPINIóN
Vinitaly

Italia celebra el vino, más allá de pandemias y guerras

La guerra, la inflación y la pandemia que amenaza con volver no lograron detener a la 54 edición de la más tradicional feria internacional del vino italiano, que esta vez se realizó en Verona, la encantadora ciudad del norte de Italia conocida por ser la cuna de Romeo y Julieta.

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Recuperación. Los asistentes llegaron de decenas de países, reanumados por haber dejado la pandemia atrás. | vinality

Cada año, en abril, Italia atrae a compradores y expositores del mundo del vino a una de sus ciudades para la ya tradicional Vinitaly. Este año, el ambiente de los operadores en los 17 pabellones de la feria estuvo marcado por la euforia del reencuentro, tras la interrupción forzosa de los últimos dos años por la emergencia sanitaria, en el marco de un optimismo muy medido a raíz de la situación internacional. En un clima de alivio y esperanza, no faltaron los abrazos entre los participantes pese a estar prohibidos por el protocolo.

Comercio exterior. Un total de 4.400 expositores de 19 países interactuaron con los casi 90 mil operadores presentes. Los 28 mil compradores extranjeros que acudieron a la Feria representan un récord histórico, logro clave teniendo en cuenta la inestabilidad geopolítica en la que se encuentra Europa. Entre las delegaciones más numerosas se destacaron las de Estados Unidos y Canadá, que desde hace tiempo representan los principales mercados del vino italiano: en 2021 absorbieron 600 millones de botellas por un valor de 2.700 millones de dólares, con un crecimiento del 17% respecto al 2020. Junto a Francia, Italia es uno de los principales proveedores de estos dos prestigiosos mercados.

Tampoco faltaron los compradores de Alemania, Reino Unido, Suiza y los mercados del norte y del este de Europa, como Finlandia, Dinamarca, República Checa, Eslovenia y Rumania. Presencias que, según los operadores entrevistados, abrieron nuevas relaciones comerciales. En el ámbito no europeo, se destacaron Singapur, Corea del Sur y Vietnam, mientras que la presencia de India también crece con fuerza. 

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Maurizio Danese, Presidente de la entidad organizadora del evento (Verona Fiere), subrayó: “aumentar la presencia internacional es una de las líneas de trabajo a las que apuntaremos a mediano plazo, claramente más allá de los contextos de emergencia”. 

Preocupación. La inestabilidad internacional fue una de las principales fuentes de preocupación. El estallido de la guerra y la nueva oleada pandémica en Asia replantearon la participación en el evento, ante la baja inesperada y repentina de unos 5 mil participantes internacionales. 

La presencia de compradores de China quedó reducida: el coloso asiático es un mercado muy solicitado y cortejado, pero el vino italiano nunca ha logrado superar el umbral de 3% de las exportaciones. También faltaron los operadores de Rusia, país del que Italia es el primer proveedor con el 30% del mercado en sus manos, por delante de Francia y España: un negocio de 345 millones de euros, que en 2021 había registrado un fuerte crecimiento. El complicado escenario internacional estuvo inevitablemente en el centro de los debates y mesas redondas organizadas, entre las innumerables rondas de catas “horizontales” y “verticales”. 

Según un estudio presentado por el Banco Bpm y la consultora Prometeia (“Test de estrés: el vino italiano en la situación económica”) los efectos de la guerra de Ucrania apuntan a una baja de casi 3 puntos en el crecimiento de la demanda mundial del sector en el bienio 2022-23. 

Otras amenazas provienen de una inflación en aumento y de las dificultades que encuentran los productores para abastecerse de algunas de las materias primas claves para la producción del vino, sobre todo vidrio y papel, así como del fuerte aumento de los costos de energía y transporte. 

Para las bodegas italianas, 2021 habia sido un año de fuerte recuperación tras la crisis del coronavirus, con un récord de exportaciones de 7.100 millones de euros (sobre 15.000 millones de valor de producción). 

Otra fuente de preocupación es la evolución del mercado norteamericano, el mayor del mundo: según una encuesta de Iwsr/Wine Intelligence, la situación económica en Estados Unido tendrá un fuerte impacto en las importaciones de vino: el 38% de los expertos entrevistados prevé una disminución de los volúmenes de entrada desde Europa. El 37% espera por otra parte un frenazo en proceso de premiumización que inevitablemente afectará a la demanda de productos italianos de calidad. 

Verona.  A pesar de tantos quebraderos de cabeza, los promotores y las empresas están satisfechos tanto con los resultados como con el funcionamiento del evento. De hecho, como explicó a la prensa el director de Verona Fiere, Giovanni Mantovani, esta edición de la feria presenta una nueva fórmula: “más negocios dentro, más eventos fuera”. De hecho, la participación del público y de los consumidores, que en las últimas ediciones anteriores a la pandemia había sido muy fomentado (situando a la exposición en una zona gris entre un evento para especialistas y una fiesta), debió reducirse de manera drástica precisamente por las restricciones sanitarias.

Surgió así un “nuevo” modelo de feria que marca una clara separación entre une evento “comercial” y uno en cambio destinado a los consumidores: mientras los pabellones del recinto ferial se dedicaban exclusivamente al B2B, toda la ciudad de Verona se convertía en escenario de innumerables eventos vinícolas destinados al público. 

Con esta nueva fórmula, “la calidad de los contactos era muy alta y la circulación perfecta’’, explicó Giovanna Prandini, presidenta de la Asociación de Consorcios Vitivinícolas de Lombardia. “Todo fue más tranquilo y profesional”, destacó. 

Mantovani no se olvidó de la crisis en Ucrania. “Vinitaly quiere expresar su solidaridad. De hecho, la recaudación lograda durante la feria con las 76 ‘super-catas’ y con las clases magistrales -unos 80.000 euros- fue destinadas a diferentes iniciativas de Cáritas a favor de las poblaciones afectadas por la guerra.” . Danese comentó a su vez:  “Jamás hubiéramos imaginado una edición de Vinitaly fuera del túnel de la pandemia, pero dentro del túnel de la guerra”. 

Tampoco se destacaron las iniciativas benéficas de varias empresas, como el Consorzio del vino Brunello di Montalcino, en colaboración con el Consorzio del vino Chianti Classico DOCG y el Consorzio di tutela vini Bolgheri e Bolgheri Sassicaia DOC, que ofrecieron treinta lotes de vinos de cosecha. La recaudación de la subasta realizada por Sotheby’s Italia se donó a Cáritas Diocesana de Siena-Colle Val d’Elsa-Montalcino. 

Innovación. Con la mirada puesta en el futuro, la palabra clave de Vinitaly 2022 fue sin duda alguna innovación: sustentabilidad, burbujas, mixología, pero también una mayor atención a las empresas con ediciones limitadas y un pabellón entero dedicado a los vinos naranjas, el llamado “cuarto color” del vino. También hubo actos de gran impacto centrado en las políticas de género, que pusieron en evidencia una nueva mirada a las tendencias tanto de la producción como del consumo. 

La necesidad de innovación deriva del contexto. Según Wine Intelligence/Iwsr, a lo largo del 2021 Estados Unidos perdió nada menos que a 12 millones de ‘bebedores habituales’ de vino pasando de 84 a 72 millones. En este mercado son los baby boomers (mayores de 57 años) los que representan a la mitad de los “wine lovers” a pesar de constituir solo el 31% de la población. 

Al contrario de sus padres, los más jóvenes (entre 21 y 41 años) se alejan del consumo habitual de vino muy a menudo a favor de otras bebidas, como el llamado “hard selzer” (carbonatados levemente alcohólicos) y los cocteles a base de tequila. De los nuevos hábitos de este grupo etario deriva la principal perdida de consumo para los vinos.  

Al comentar esta encuesta, Mantovani destaca: “nunca debemos dar por sentado el éxito de un mercado tan importante como el norteamericano, que no está maduro para nada. La clave del éxito serán la comunicación y la innovación”.

*Experta italiana en agroindustria e historia de la cocina. 

https://storiaincucina.food.blog/

 

 

Tendencias

A.L.

La tradicional feria del vino de Italia dejó entrever algunas de las tendencias que se imponen en la industria: 

◆ Sustentabilidad como meta:  Entre las tendencias más importantes de los próximos años se destaca sin duda la sustentabilidad, hecho que se refleja en el nacimiento de nuevas secciones dentro de la Feria, como Vinitaly Bio y Micro Mega Wines, áreas destinadas a los productores que embotellan limitados volúmenes de vino. 

◆ Burbujitas.  En el evento se lucieron los vinos espumosos, que se presentaron a la cita de Verona con una exportación récord de 1.820 millones de euros. El prosecco representa de hecho el 25% de las exportaciones italianas a Canadá y Estados Unidos.  

◆ Mixología. Otra palabra que resonó con fuerza en los pabellones de la Exposición fue mixología. No es casualidad que Vinitaly haya decidido dedicarle un espacio especial con un programa de clases magistrales. Algunos consorcios (por ej., Asti Docg) ofrecen sus propias mezclas. 

* Naranja, moda consolidada. La tendencia del vino naranja lleva algunos años ganando terreno. Este año fue la primera vez que en el Vinitaly se presenta el Orange Wine Festival, evento con un espacio proprio, dedicado a los vinos blancos macerados (de ahí lo de “naranja”) producidos a partir de criterios de sustentabilidad. El área de los vinos de naranja se desarrolla en asociación con el OrangeWineFestival de Izola (Eslovenia). 

◆ Más colores.  El pabellón F, repleto de 115 expositores de vinos ecológicos, ha dado gran satisfacción a los “cazadores de tendencias”. Junto al naranja hay toda una serie de matices que han añadido incluso mas colores al evento. Se trata de una categoría de vinos que aun sin tener todavía reconocimiento a nivel legislativo, avanza entre los consumidores con la definición de vino natural: vinos re-fermentados en botella, con colores que van del amarillo al granate, etiquetas extravagantes y tapones corona. Un sector del mercado que no para de crecer. 

◆ Metaverso.  Aunque el vino es un bien muy material y vinculado a la naturaleza, están surgiendo muchas formas de posicionarlo en el metaverso.  Incluso el mundo de las criptodivisas se acerca al universo de los vinos y de la tierra. Durante la Feria, asociaciones como Federvini, Unione italiana Vini y Comité Vins presentaron la plataforma digital U-label. Desarrollada en 24 idiomas, ofrece un QR con información organoléptica y nutricional clara y transparente, además de listas de ingredientes del vino y mensajes sobre consumo responsable.