OPINIóN
OPINION

La reñida recta final a la Casa Blanca

Trump y Kamala Harris se dedican chicanas y acusaciones en la carrera hacia el 5 de noviembre, una elección de impacto global y resultado todavía incierto.

Trump y Harris
Donald Trump y Kamala Harris en el debate presidencial | AFP

Resulta todavía imposible predecir resultados entre Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris, en la lucha que mantienen por llegar, este 5 de noviembre, a la Casa Blanca. Los académicos de Relaciones Internacionales señalan entre los aspectos fundamentales de una segunda gestión Trump la posible vuelta de Estados Unidos al aislacionismo en términos económicos, tal como ocurrió previo al estallido de la Primera Guerra Mundial. Como contrapartida, Harris trata de mostrarse como dueña de una agenda más globalista.

Las críticas al presidente de Ucrania (Volodímir Zelenski), acusándolo de haber iniciado la  guerra con Rusia, hacen pensar que Trump está decidido a bajar el gasto público, empezando por la politica exterior de Estados Unidos. Hay diferencias claves en este punto con Harris, que quiere a Zelenski presente para tratar de negociar una paz con Putin. 

En el último debate, Trump dijo a Harris que Europa "no pone suficiente dinero y estamos jugando a la Tercera Guerra Mundial” y que deben salvarse vidas evitando la guerra. Puede recordarse que Trump sacó a Estados Unidos de la OMS en el año 2020 en plena pandemia, poniendo de esa manera en jaque a un organismo clave para la salud mundial. Pareciera que le importa más el gasto que las vidas en riesgo.

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También hay otros aspectos de Trump, no solo el asalto al Capitolio, sino declaraciones del pasado, que son preocupantes. Así el pasado 5 de Diciembre dijo que “sería un dictador si gana las elecciones”. También aseguró en 2016 que “podría disparar en la Quinta Avenida y aún así no perdería votos”. Ahora Trump planea  invocar la ley de 1798 que le permitiría "detener y deportar inmigrantes de países enemigos” sin intervención del poder judicial, es decir sin importar si cometieron algún delito o no. Y lo más importante es que esa ley puede ser invocada sin necesidad del Congreso, depende del poder ejecutivo.

Sumado a declaraciones pasadas de Trump sobre los “enemigos internos de Estados Unidos” (la “izquierda radicalizada”) y sus deseos de combatirlos con las FFAA., vale preguntarse ¿Quiénes son esa “izquierda radicalizada”?. Ante ese cuadro, pareciera que el candidato republicano anhela tiempos del macartismo.

Pareciera que la radicalización es visible en Estados Unidos y Europa, como un predominio de "políticamente incorrecto”. Un nivel de insatisfacción de demandas claves en tiempos de democracia.

Harris intenta por todos los mediodía desvincularse (en términos de imagen) del Presidente Biden. Si bien la inflación parece estar bajando, los motivos de la polarización en Estados Unidos son claramente políticos. Algunas volcánicas declaraciones de Trump, como cuando dijo "en Springfield se están comiendo los perros") podrían ayudar a Harris a aglutinar votos de indecisos hacia el lado demócrata, en procura de  en orden de buscar aglutinar un “bastión electoral” contra Trump.

Harris busca alertar de los peligros latentes en caso de que Trump llegue a la Casa Blanca otra vez. También sostuvo que Trump “es débil e inestable”. Sin embargo, en caso de que Harris gane la elección, ¿qué pasaría con Trump y sus seguidores de
MAGA?.
Es difícil creer que aunque Harris gane, Trump, MAGA y la polarización se aplaquen. Una incógnita a develar en apenas dos semanas.

*  Licenciado en Ciencias Políticas.