Los jóvenes hackearon la política argentina. La reacción en contra de la incapacidad que mostró la dirigencia política durante los últimos años dio un golpe de knock out el domingo 19 de noviembre, cuando el economista y ex panelista de televisión Javier Milei le sacó 11 puntos de ventaja a Sergio Massa y se transformó en el nuevo presidente electo.
No la ganó Milei ni la perdió Massa. No la ganó solo Milei porque sus campañas tuvieron más errores que aciertos. Tampoco la perdió Massa, que probablemente haya hecho la campaña de manual más prolija -y más costosa- de todos los tiempos. La ganó Milei con los jóvenes cuando estos decidieron involucrarse para patear el tablero político.
Primero lo intentaron en 2019 con José Luis Espert y no les salió, pero no se dieron por vencidos y fueron por más, hasta encontrarse con el ahora presidente electo que, a esa juvenil voluntad de cambio, le sumó carisma, convicción y personalidad para enfrentarse a todo.
No hubo campaña del miedo, coaching político, carpetazo ni pauta millonaria que los amedrente. Los jóvenes se expresaron en las redes sociales, pero no respondieron sondeos y así se mantuvieron por fuera del radar de la política y de las encuestas. Por eso son contadas con los dedos de una mano las consultoras que vieron venir con claridad semejante fenómeno.
Campaña del miedo: cuál fue la inversión en redes
Con su discurso “anti casta”, Milei cuidó la distancia respecto a los políticos y cuando lo llamaron apenas se limitó a dejar en claro a quiénes aceptaría en caso de que se le quisieran unir. Pero no la ganó solo Milei, la ganó con los jóvenes y con las redes sociales, porque cada vez hay más gente que nunca consumió diarios, radio y televisión. El paradigma tradicional de la búsqueda del contenido o la información en medios se rompió. Ya no hace falta buscar tanto; hoy los contenidos destacados circulan y encuentran a los usuarios.
A diferencia de los principales referentes de la política -que utilizan Twitter como plataforma favorita de comunicación en redes- Javier Milei se enfocó desde un principio en la creación de contenidos para Instagram y especialmente para TikTok, plataforma que brinda pocas estadísticas, pero se sabe que el 62% de sus usuarios tienen entre 10 y 29 años.
El peso de la Inteligencia Artificial en la campaña
Allí Milei registraba -antes de las elecciones- 1.4 millones de seguidores contra 77.000 de Sergio Massa. Fue principalmente en esas plataformas donde acaparó la atención del electorado.
Así se explica la victoria de Milei que, sin gobernadores, militancia ni grandes medios afines, logró ganar en casi el 70% del país en las PASO y en más del 87% en el balotaje. Esa visibilidad fue únicamente posible gracias a las redes sociales, que -por si alguien tenía dudas- ya pueden hacer ganar elecciones.
Los jóvenes, Milei y Mauricio Macri
No la ganó solo Milei, la ganó con los jóvenes, con las redes sociales y también con Mauricio Macri, porque tras quedar abajo de Sergio Massa en las elecciones generales con el 30% de los votos (porcentaje similar al que obtuvo en las PASO), Milei recibió el apoyo explícito de Macri, que ya había dado muestras de su capacidad para transferir votos cuando apoyó a Patricia Bullrich y resultó ganadora de la interna frente a Horacio Rodríguez Larreta.
El apoyo de Macri le direccionó los votos de un segmento etario distinto al cautivado por Milei, un segmento de mayor edad que empatiza con Juntos por el Cambio y que con Macri en clave de líder se inclinó a votar masivamente por el libertario, permitiéndole crecer de 30 a 55 el porcentaje de votos obtenidos respecto a las elecciones generales; un aumento de 25 puntos que está en línea con lo que obtuvo Juntos por el Cambio cuando quedó afuera del balotaje.
No la ganó sólo Milei. Su triunfo es también el triunfo de los jóvenes, de Mauricio Macri y de las redes sociales.
