En los últimos años ha aumentado el número de casos nuevos de melanoma, una enfermedad en la que se desarrollan células malignas o cancerosas en los melanocitos, células que producen pigmento a la piel llamado melanina.
El melanoma es uno de los tipos de cáncer de piel más común y en comparación con otros resulta más probable que invada tejidos cercanos o también, que se disemine a otras partes del cuerpo.
Estudios especializados e índices de mortalidad
Numerosos estudios en todo el mundo realizados por Cancer Research UK, exponen resultados relevantes en relación con el melanoma.
La primera investigación tiene que ver con los índices de mortalidad por melanoma, los cuales se triplicaron durante las últimas 4 décadas, con mayor incidencia en hombres que en mujeres. Así, el aumento desde el año 1973 fue acentuádamente mayor en hombres que en mujeres, con un 219 % frente a un 76 %, equivalente a 1400 hombres y 980 mujeres al año.
En este sentido, luego de ajustar las diferencias de edad, se determinó que los hombres tenían un 69 % más de probabilidades de morir a causa del melanoma que las mujeres. Sin embargo, haciendo énfasis en la diferencia entre los sexos, la mortalidad por este tipo de cáncer de piel disminuyó un 9 % para las mujeres durante la última década, pero persiste sin modificaciones en el caso de los hombres.
Por otra parte, han cambiado sustancialmente los hábitos de viaje desde el año 1973, -el punto de referencia de los datos-, y resulta probable que esto haya contribuido al incremento. Las vacaciones y “escapadas”, donde usualmente estamos más expuestos al sol, se han vuelto más habituales. A su vez, la oferta de vuelos de bajo costo ha aumentado, lo que implica que destinos donde el sol puede ser más fuerte, están ahora más al alcance e, incluso, varias veces al año.
Según Cancer Research UK el diagnóstico de melanoma en hombres durante las etapas tardías de la enfermedad pueden deberse a que tienen mayor probabilidad de tener el cáncer de piel localizado en el torso. Esto ocurre dado que generalmente son quienes se sacan la remera cuando hace calor y en esos sitios del cuerpo los cambios en la piel pueden pasar desapercibidos y complicar su detección, hasta que resulta demasiado tarde.
Otro estudio para mencionar se vincula a una encuesta realizada conjuntamente por Cancer Research UK y una empresa de cosméticos, los cuales determinaron que un grupo menor del 25 % de hombres utiliza siempre protección solar. Sin embargo, el 84% de ellos conoce los riesgos de padecer cáncer de piel producto de las quemaduras solares.
Los motivos expuestos para no utilizar protector solar incluyeron que el 25 % de los hombres no creía que la luz del sol fuera lo bastante fuerte, al tiempo que otro 23 % indicó que "realmente no pensó en eso".
Por último, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer dio a conocer que aproximadamente 325.000 nuevos melanomas fueron diagnosticados en todo el mundo durante el 2020.
En síntesis, los datos señalan que, si las tendencias actuales se mantienen, se pronostica que la incidencia de nuevos casos se acreciente aproximadamente un 50 %, y la de muertes por melanoma un 70 % para el año 2040.
Prevención y concientización
La piel es nuestro órgano más grande, y al igual que el resto de los que componen nuestro cuerpo, necesita un cuidado adecuado.
Normalmente se escucha hablar de dos tipos de rayos, los UVB y los UVA y al comprar un protector solar debemos tener en cuenta a ambos. En primer orden, los rayos UVB producen cambios más rápidos y generan el colorado en nuestra piel, mientras que los rayos UVA no producen modificaciones en el color al momento; sin embargo, a largo plazo generan manchas, flacidez o cáncer de piel.
Para prevenir el cáncer de piel debemos saber que el sol y sus radiaciones son más potentes entre las 10 de la mañana y las 16, por lo tanto en ese horario debemos evitarlo de ser posible o prestar atención a la fotoprotección. Además, es importante colocarse protector solar media hora antes de exponerse al sol y utilizar gorros, sombreros y anteojos de sol.
Otro signo de alerta para tener en consideración es prestar atención a todas las lesiones que no curan en dos meses; como por ejemplo un granito que no dejó de sangrar en ese período. Para eso debemos conocer toda nuestra piel, es decir, tener autocontrol de la misma. Si no tenemos antecedentes de cáncer de piel, el control de lunares, es recomendable realizarlo una vez al año.
Estas precauciones debemos tomarlas a diario para garantizar el cuidado de nuestra piel. Es importante empezar a ser conscientes, así como vamos al médico por otras partes del cuerpo, la piel es una más y merece la misma atención.
*Leisa Molinari (M.N° 116.628). Doctora, dermatóloga especialista en Cáncer de piel y Cirugía micrográfica de Mohs. Fundadora del Centro Médico de la Piel y miembro de numerosas sociedades científicas nacionales e internacionales. @dra.leisamolinari