El proceso de adopción de soluciones tecnológicas y digitales en el ámbito educativo ya se encontraba en alza antes de que la pandemia irrumpiera en el planeta. Hasta ese momento, dependía de la elección y la capacidad de cada una las instituciones educativas o de los Estados, pero luego pasó a ser una necesidad. La búsqueda intensa por garantizar la continuidad pedagógica también hizo que el crecimiento del mercado se acelerara y diversificara.
En este contexto, los Estados realizaron un gran esfuerzo por liderar procesos de digitalización de la educación, mediante el desarrollo de plataformas públicas, pero también de acuerdos con el sector privado, que se propuso contribuir a la mejora de los aprendizajes de más de 1,54 millones de niñas, niños y jóvenes afectados por el cese de actividades presenciales en escuelas.
Plataformas educativas: la necesidad de construir alternativas propias
Creemos que la calidad y desarrollo educativo se consolida a través de políticas de estado plurales con mirada a largo plazo en donde sector privado y público deben trabajar por el bienestar y calidad educativa de los niños.
De acuerdo a una investigación del BID donde se identifica 68 soluciones EdTech en el mercado, las plataformas digitales son una oportunidad para la comunidad educativa, la industria del software, los inversores privados y fundamentalmente, para los gobiernos de la región. Sin embargo, estos desarrollos requieren una planificación ajustada tanto a los problemas estructurales como coyunturales que atraviesan hoy los sistemas educativos de Argentina y del resto de los países de América Latina y el Caribe.
Según un informe de Grand View Research el mercado global de EdTech se valoró en USD 89.490 millones en 2020 y se espera que alcance los USD 106.04 mil millones en 2021. Pero esta proyección también se mantiene en alza para los próximos años: se espera que el mercado global de EdTech crezca a una tasa anual compuesta del 19,9% de 2021 a 2028 hasta alcanzar los 377.850 millones de dólares.
Educación híbrida: el desafío de repensar la educación a través de la tecnología
Argentina, es uno de los mercados más prósperos para incorporar recursos tecnológicos y plataformas educativas en línea, a pesar de la brecha digital entre las distintas zonas del país. No obstante, cabe mencionar que este mercado está concentrado en América del Norte, región que dominó el segmento EdTech en 2020 con más del 37% de participación de los ingresos globales. Si bien es probable que esta participación se sostenga a lo largo de los años, una de las claves para garantizar una apropiación genuina de las tecnologías está en el desarrollo de soluciones capaces de pensar globalmente pero también de adaptarse a las realidades locales de cada sistema educativo.
En América Latina hemos visto una rápida internalización de estas plataformas en colegios que hoy están más preparados para aprovechar este tipo de herramientas que enriquecen los procesos de enseñanza y de aprendizaje. En este sentido, es clave que tengamos en cuenta no sólo la tecnología disponible, sino también los nuevos modos de aprender de los chicos.
En este sentido, trabajamos principalmente en el K-12, que es uno de los segmentos que, según las proyecciones del informe de Grand View Research, tendrá mayor crecimiento en los próximos años y en el que predominarán tendencias como el aprendizaje basado en juegos.
Oportunidades y desafíos en Latam
Los desafíos tecnológicos refieren a proveer la conectividad, y el equipamiento necesario tanto a nivel de las escuelas como a nivel de los hogares, cuestiones que pese a los innegables esfuerzos, no están resueltos en prácticamente todos los países de América Latina. Según el BID-CIMA (2020), en el inicio de la pandemia la mayoría de los países de la región no poseía las condiciones digitales de base para brindar educación en línea. En Argentina, Colombia, Panamá, Brasil, Perú y México menos del 20 % de las escuelas en contextos vulnerables tienen disponibilidad de ancho de banda o velocidad de Internet suficiente; y en 8 de los 10 países de América Latina que participaron en PISA 2018, menos del 15 % de las escuelas rurales cuentan con este recurso.
Los desafíos pedagógicos refieren al aprovechamiento de las tecnologías digitales para mejorar las prácticas educativas, en particular para la apropiación del conocimiento y el sostenimiento de las trayectorias estudiantiles interrumpidas o intermitentes.
En la región los aprendizajes en Matemáticas están lejos de lo esperado. Según las pruebas PISA 2018, el 80% de los alumnos no alcanzó los resultados de comprensión lectora y matemáticas. Estamos convencidos de que aprender matemática jugando es una alternativa para transformar estos resultados en una oportunidad de mejora, porque genera una motivación en los alumnos hasta ahora nunca vista en la región.
Sólo cuatro provincias dan clases en vivo en sus plataformas públicas
Si bien el esfuerzo por digitalizar la educación durante la pandemia puede desacelerarse a medida que los sistemas educativos retornen a la presencialidad, muchas de las prácticas adoptadas por la pandemia se mantendrán y evolucionarán, sobre todo haciendo hincapié en el hecho de la hibridación en la enseñanza,
Es necesario trabajar para que cada vez más estudiantes y docentes cuenten con una herramienta para por ejemplo, mejorar los aprendizajes de matemática jugando. Las herramientas EdTech están pensadas para la adaptabilidad a todo tipo de aprendizaje, pensadas para cubrir las necesidades educativas de cada región, país o zona. Los contenidos y propuestas están anclados en los diseños curriculares de cada sistema educativo en el que tiene presencia, porque las realidades de los niños y niñas son diferentes.
Si bien se han realizado importantes esfuerzos para garantizar conectividad a más argentinos y latinoamericanos, aún existe un enorme desafío para la expansión de las plataformas digitales en toda la región. En este sentido, la pandemia obligó a los Estados a encontrar soluciones alternativas para garantizar el acceso de los alumnos a los diferentes entornos virtuales, aprovechando la telefonía móvil y liberando del consumo de datos a ciertos portales o sitios clave para sostener los aprendizajes. Hay que seguir explorando la articulación público-privada para ofrecer a los sistemas educativos las mejores formas de hacer llegar las soluciones digitales en aquellos contextos en donde las brechas de acceso aún no están resueltas.
* Nicolás Schenquerman. Licenciado en Dirección de Empresas, Economía, UCES. Regional Manager de Matific para LATAM.