Adaptadas a los tiempos de escuela virtual y a casi cuatro meses de suspendidas las clases presenciales, las 24 provincias implementaron herramientas digitales a través de sus plataformas oficiales. Sin embargo, tienen recursos diferentes y un alcance dispar. Esa conclusión se desprende de un informe elaborado en junio de este año por Alejandro Artopoulos, director de Innovación y Desarrollo del Centro de Innovación Pedagógica de la Universidad de San Andrés, para el Observatorio Argentinos por la Educación.
Entre otras cosas, el documento señala que, en la mayoría de los casos, las herramientas educativas digitales no tienen espacios con buzones de entrega, ni el desarrollo para que un docente pueda hacer seguimiento pedagógico de cada alumno. Y que sólo cuatro de las 24 jurisdicciones -Chubut, Santa Fe, La Pampa y la Ciudad de Buenos Aires (N. de R. aunque este último dato no forma parte del informe sino que fue agregado por el ministerio de Educación porteño posterior a su entrega)- ofrecen la posibilidad a alumnos y docentes de conectarse en un espacio de aula en vivo, con clases sincrónicas, como lo hacen cientos de escuelas -en su mayoría privadas- del país.
“Desde la irrupción del Covid-19 todos los gobiernos provinciales hicieron esfuerzos para desarrollar herramientas digitales educativas que fomenten la continuidad pedagógica”, indica el informe. Y si bien todos los portales están armados para niveles primario y secundario, algunos incluyen el nivel inicial y otros, la educación superior y de adultos. Pero sólo nueve de ellos tienen propuestas para la modalidad especial. La provincia de Misiones es la única que los incluye a todos.
Qué permiten hacer
Si bien todas las herramientas educativas provinciales permiten descargar material escolar en línea, algunas solo permiten descargar cuadernillos curriculares y otras, como Chaco, Corrientes, La Pampa y Jujuy dan material extracurricular. Lo mismo sucede con el material audiovisual complementario: los más variados son el porteño y el bonaerense, además de Mendoza, Tierra del Fuego, Jujuy y Río Negro. Y sólo siete incluyen juegos interactivos, que según el experto es “un método innovador para poder acompañar el proceso educativo a distancia de cada alumno”.
Incorporar clases en vivo fue uno de los principales desafíos tras la suspensión de clases presenciales. Según el informe, “muchos alumnos tuvieran que ser autodidactas con el material que se les ponía a disposición”, explican. Por ello, las plataformas que las habilitan “generan un valor agregado sumamente importante, ya que permiten mantener el vínculo en vivo entre los estudiantes y el docente”, agrega Artopoulos.
Al cierre de la elaboración de este informe, Chubut, La Pampa y Santa Fe eran las provincias que “adaptaron sus herramientas a un uso sencillo de las clases sincrónicas dentro de sus portales educativos; es decir, que existe un sistema de aulas virtuales donde los estudiantes tienen clases en vivo”, dice el autor.
El ministerio de Educación porteño, en tanto, agrega que “desde la plataforma MiEscuela se puede generar un Meet virtual, con docentes y alumnos. La plataforma está adaptada para funcionar en computadoras, tablets y celulares, y no consume datos de Internet gracias a un acuerdo del ministerio con las empresas de telefonía móvil”.
Aulas 'burbuja', tapabocas y recreos más cortos: así piensan la vuelta a clases
Sólo CABA y Mendoza disponen del recurso de ofrecer clases con docentes dictándolas, pero grabadas: “Las realidades familiares tan variadas de los estudiantes dificultan que todo un curso pueda conectarse de manera virtual en un horario determinado. Por esto, es muy conveniente que las plataformas digitales disponibles en las diferentes provincias les permitan a los estudiantes acceder también a las lecciones dictadas de manera asincrónica. De este modo, un estudiante que haya tenido dificultades para conectarse en un cierto horario podrá tomar la clase en otro”, explica el estudio.
Y aunque el Consejo Federal de Educación determinó que, mientras dure la suspensión de clases presenciales, no habrá calificaciones numéricas para los alumnos, no todas las páginas educativas dan el espacio para que se genere una necesaria interacción entre alumnos y docentes. “En la mayoría de los casos se usa la plataforma virtual, pero los alumnos tienen contacto con los profesores a través de correo electrónico o Whatsapp. Es fundamental centralizar los esfuerzos y tener un seguimiento de los contenidos dictados, en momentos de tanta incertidumbre”, concluye el académico de UdeSA.