Esto también pasará. ¿Y nuestras organizaciones?
"He mandado fabricar un hermoso anillo con una piedra preciosa, a uno de los mejores orfebres de mi reino. Quiero guardar, escondido dentro del anillo, algunas palabras que puedan ayudarme en los momentos complicados. Un mensaje al que yo pueda acudir en momentos de desesperación total. Me gustaría que ese mensaje ayude en el futuro a mis hijos y a los hijos de mis hijos. Tiene que ser pequeño, de tal forma que se pueda esconderse debajo de la piedra de mi anillo".
Así empieza el famoso cuento del Anillo del rey. El resto es conocido. La frase “Esto también pasará” nos acompaña e inspira como un mantra, de generación en generación.
El liderazgo después del Covid-19
El actual drama humanitario también pasará. Porque todo pasa. Siempre. Es una ley universal e inmutable.
Es difícil imaginar el fin de esta pesadilla. Hemos cambiado tanto nuestras rutinas diarias en transcurso de horas, que estamos radicalmente desestabilizados. Y hay pocas noticias esperanzadoras en el corto plazo que ayuden aliviar el confinamiento y la incertidumbre.
La importancia de nuestras relaciones en cuarentena
A todos nos queda más o menos claro nuestro rol como padres e hijos en esta situación tan crítica. Sabemos a quiénes primero tenemos que cuidar y la contención que tenemos que brindar. Y en nuestro ámbito laboral ¿qué estamos haciendo por nuestros equipos de trabajo? ¿nuestros clientes? ¿la comunidad? ¿nuestros accionistas?
Tarde o temprano volveremos a nuestras oficinas e intentaremos recobrar rápidamente el tiempo perdido. Algo que tenemos que tener en claro, es que si pretendemos que los resultados se recuperen velozmente tenemos que hacer algo ahora. Si, …. ahora.
El actual drama humanitario también pasará. Porque todo pasa. Siempre. Es una ley universal e inmutable.
¿Con quienes debemos trabajar?
Con nuestros equipos: mantener el canal de comunicación fluido. Escuchar más que hablar. Armar un plan de comunicación de la mano de expertos que apunte a mitigar el impacto de la crisis, y ejecutarlo. Hay que estar en la cabeza y los corazones de nuestros equipos para aquietar sus miedos e insuflar algo de esperanza y contención.
Con nuestros clientes: escucharlos y estar un paso delante de sus necesidades. En las próximas semanas sus cadenas logísticas estarán seriamente comprometidas. Todas esas restricciones nos obligarán a hacer foco en soluciones creativas, y a conectar información de distintas fuentes para dar con productos, servicios o procesos innovadores. Y de vivir con restricciones, en nuestras latitudes tenemos algo de experiencia.
Aportes creativos para minimizar los efectos de esta crisis tendrán un impacto positivo duradero en la relación.
Alquileres y préstamos hipotecarios: el detalle de las medidas
Con nuestra comunidad: no estamos solos en este mundo. Y esto aplica para las empresas. En épocas de solidaridad, una empresa que se aísle de sus comunidades por su propio beneficio será duramente castigada por todos los grupos de interés. Tarde o temprano.
Con nuestros accionistas: si los esfuerzos con los equipos, clientes y actores sociales son atinados, el resultado económico para los accionistas, tarde o temprano se podrá ver.
La innovación se nutre de las restricciones y los vínculos se ponen a prueba con las crisis.Estamos a tiempo de construir las bases para una recuperación vigorosa.
* Ingeniero Industrial (UBA) con un Master en Dirección de Empresas del CEMA. Docente en la Universidad de San Andrés y de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA). Director de aqnitio.