En los últimos treinta años los proyectos de cultura comunitaria han crecido como un contrapoder frente a la masificación del paco, la exclusión y la violencia en todos los barrios y ranchadas del país. Con el impulso de las bases y algunas políticas públicas, fueron hilando las tramas más resistentes del tejido social. Pese a que el macrismo generó un retroceso dramático también en este campo, las organizaciones lograron sostenerse con la tenaz resistencia de todo lo auténtico. Sacaron agua de las piedras y resistieron, con amor y voluntad infinita, el drenaje de los escasos recursos con los que cuentan para desarrollar esta tarea.
Recuerdo la lucha de las orquestas infantojuveniles que tuvieron que enfrentar los recortes ni bien asumió el nuevo gobierno. Lo sufrí como padre cuando vivía en las afueras San Martín de los Andes. Mi hija asistía a una de ellas junto a la pibada de los barrios periféricos y las comunidades mapuches lindantes. Con una crueldad infinita, algún pichón de CEO devenido en funcionario les habían sacado los escasos recursos que recibían. Finalmente, con solidaridad y lucha lograron sostener la orquesta. Otras no tuvieron la misma suerte.
"La cultura comunitaria existe y viene trabajando hace mucho"
Actualmente hay más de 20 mil iniciativas como esta en todo el territorio nacional. Cultura comunitaria es danza, música, canto, tela, trapecio, clown, teatro, cine, radio, cortos, circo, entre muchas otras disciplinas. Espacios 100% libres y gratuitos. Son semillero para la economía del conocimiento y las industrias creativas. Sin embargo, mientras Macri premia el “talento” de los magnates con multimillonarias exenciones impositivas, castiga a nuestros pibes impidiéndoles desarrollar los suyos con políticas culturales inclusivas.
Programas de inclusión: vecinos que hacen arte
El acceso al arte es la mejor garantía que tiene un Pueblo para enriquecer su identidad y asegurar la felicidad y libertad para sus hijos. La cultura construye comunidad, y toda comunidad sólida tiene las defensas altas para enfrentar las realidades destructivas que nos persiguen, la estupidización masiva que nos ofrecen, el consumismo bobo que nos imponen. Cualquier proceso político humanista que pretenda recuperar una Patria para todos tiene que tener entre sus prioridades a la educación, el deporte y la cultura. Todos nuestros hijos tienen derecho a desarrollar actividades culturales gratuitas y de calidad. Por eso, distintos movimientos culturales y populares participaremos el jueves 16 de del Festival Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria en el estadio de Chacarita Juniors y el próximo viernes se presentará el proyecto de Ley de Apoyo a la Cultura Comunitaria el Congreso.
CP
