SOCIEDAD
una propuesta de intercambio de roles

Con música en vivo y una milonga, el ‘tango queer’ llega a la Feria del Libro

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Presentación. Del libro que relata la historia de la milonga. | Karina Macchioli

Con charlas, música en vivo y una milonga, la movida del tango ‘queer’ llegó a la Feria del Libro; una propuesta que tiene que ver con el intercambio de roles, y donde las parejas del mismo sexo se mezclan en la pista con las parejas varón-mujer. Un espacio de tango más libre, sin los límites de normas y códigos del tango tradicional.

“Lo que define al tango queer es que quien guía o es guiado pueda ser tanto un hombre como una mujer”, explica Mariana Docampo, impulsora de esta “milonga disidente y resistente” en Buenos Aires, que ayer por la tarde estuvo conversando sobre su libro Tango queer Buenos Aires, editado por Madreselva, en el stand Orgullo y Prejuicio, donde luego hubo un show de canto. Hoy, en tanto, estará en el Espacio Cultural Ñ, donde luego de la charla, además, habrá una milonga.

Hace más de diez años, Docampo empezó dando clases de tango a mujeres en ambos roles. En 2005 amplió la propuesta y creó la Milonga Tango Queer, donde lo principal es el intercambio de roles. Un año después, junto con Augusto Belizano, creador de la milonga gay, La Marshall, hicieron, además, el primer festival de tango queer, que se sigue realizando cada año la tercera semana de noviembre.

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“En el tango queer lo que no cambia es el encuentro con otra persona, que sería lo más específico del tango. Históricamente siempre bailaron personas del mismo sexo, en realidad, lo podía bailar cualquiera. Hasta que en algún momento se estableció que debían hacerlo hombres con mujeres y se empezó a transmitir de esa manera. En ese sentido, lo que hicimos fue romper con esa imposición cultural. Pero el tango, como encuentro de dos personas que bailan como si fueran una, se conserva”, agrega.

En su libro, Docampo escribe reflexiones acerca del tango, la identidad argentina, el género; todo desde la perspectiva de la experiencia propia: su acercamiento al tango, su fascinación, luego su acercamiento a la movida queer, todo atravesado por cuestiones políticas y sus estudios vinculados a temáticas de género.

También relata cómo surgió la idea de armar una milonga de tango queer –término que ya se utilizaba en Alemania, en una milonga organizada allá–, a la que se acercaron, desde un principio, tanto personas que se iniciaban en el tango como aquellas que ya lo practicaban y buscaban en la milonga de tango queer hacerlo de una forma “más libre”.

“El tango es una danza popular, y una expresión de las personas que la bailan, que viene de la mano de cambios culturales y sociales. Armamos esta movida en sintonía con una época en la que empezó a darse una apertura, con leyes vinculadas a las identidades sexuales, el feminismo, el matrimonio igualitario. Si bien al principio costó, visto en perspectiva fluyó bastante”, explica Docampo.

Ejemplo de esto es que el año pasado en su última edición hubo cinco parejas de mujeres que se presentaron a competir en el Mundial de Tango, algo que ya viene dándose, de a poco, en las últimas ediciones.