En su paso por Entre Ríos para dar su apoyo al candidato a gobernador por Cambiemos, Atilio Benedetti, el presidente Mauricio Macri cometió una serie de errores, falacias y equivocaciones muy poco felices, no solo atribuyéndose obras realizadas con fondos 100% provinciales, siendo casi nulas actualmente las obras nacionales, debiendo incluso el gobierno provincial hacerse cargo de obras inconclusas con fondos propios; o señalando falacias en cuanto a los costos y funcionamiento de la Empresa Provincial de Entre Ríos (ENERSA), cuando fue el propio Gobierno Nacional el que incremento en más del 1500 % el costo de energía eléctrica estos tres últimos años y redujo a su vez la Tarifa Social Eléctrica, sino que en su intervención sacudió los cimientos de la República, la división de poderes y el federalismo.
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Mauricio Macri criticó un fallo provincial que anula un decreto, también provincial, por el cual se fijaba distancias para realizar fumigaciones alrededor de escuelas rurales en resguardo de la salud socio-ambiental de las comunidades escolares. El fallo atacado restringe las fumigaciones a una distancia prudencial de 1000 mts. para fumigaciones terrestres y 3000 mts. para fumigaciones áreas alrededor de las escuelas rurales. Prohibiendo asimismo las aplicaciones en horarios de clases.
Ante ello el presidente Macri presionó al Superior Tribunal de Justicia de la Provincia, que es quién tiene en sus manos el expediente para resolver la apelación planteada contra el fallo judicial, para que lo deje sin efecto y rija nuevamente el decreto provincial que es mucho más permisivo con distancias de 100 mts. para fumigaciones terrestres y 500 aéras.
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Lo llamativo es que un Presidente de la Nación, que no es ya un outsider de la política, confunda un decreto con una ley, una ley con un fallo judicial, un fallo judicial con una ley, sin saber distinguir que un fallo es una sentencia que dicta el poder judicial, que una ley la dicta una legislatura y que un decreto lo dicta el poder ejecutivo. Pero lo más grave institucionalmente es la falta de consideración a la división de poderes, inmiscuyéndose en lo que debe resolver la justicia de una provincia, y no ya siquiera la justicia nacional, por lo que se entromete en un poder distinto al ejecutivo y en una clara posición centralista, en la provincia de Entre Ríos cuna histórica del federalismo.
Como corolario, confundió fertilizantes con agrotóxicos. Mal asesorado, tal vez, por mi parte tengo otra conjetura que me la reservo.
*Abogado del Instituto de Derecho Ambiental de Entre Ríos.
